Los vecinos de las urbanizaciones de Bonaire y el Mal Pas, en Alcúdia, han iniciado acciones para evitar, como ya hicieran los de sa Marina, la llegada del cable eléctrico que ha de unir la Península y Mallorca por la zona cercana al club náutico Marina de Bonaire, conocido como el «Cocodrilo». Junto a este puerto deportivo existe una zona de rocas muy utilizada para bañarse. Los residentes de Bonaire y asiduos de la zona han iniciado una recogida de firmas en la plataforma digital Change.org, ante el rumor de que la conexión eléctrica que proyecta el Ministerio para la Transición Ecológica llegue a Mallorca a través de esta zona de baño.
«La riqueza natural de este paraje y la salud de sus vecinos merece un replanteamiento de la ubicación de entrada de este cable submarino de corriente continúa y hermano gemelo del cable que en 2012 se instaló en Santa Ponça, donde generó un daño natural, humano y visual irreversible», asegura el promotor de la iniciativa, que en dos días ha recogido 350 firmas.
El alcalde de Alcúdia, Domingo Bonnín, aseguró a este diario que la zona del «cocodrilo» no es la única opción que barajan el Ajuntament d'Alcúdia y la conselleria de Transició Energètica que presiden Juan Pedro Yllanes. «Hay varias alternativas sobre la mesa y ambas administraciones estamos mirando cuál sería la más idónea para minimizar las molestias, pero ahora mismo no hay nada definitivo». La preocupación por este proyecto promovido por el Gobierno estatal también se la transmitieron al alcalde de Alcúdia, Domingo Bonnín, a raíz de una reunión reciente para tratar sobre el alcantarillado. «Me gustaría aclarar que este cable va soterrado, que en ningún punto del trayecto es aéreo», añade Bonnín.
La idea inicial del Ministerio era conectar el cable por s'Illot, a lo cual el Ajuntament se opone y ha recurrido por la vía judicial. Luego se planteó que llegara por sa Marina, menos urbanizada, pero los vecinos también se oponen a esta instalación.