La coral más antigua de Europa, la de los Blauets de Lluc, vivió la noche del sábado una de sus tradiciones ancestrales más emotivas, la imposición de las características túnicas azules a los niños y niñas que se incorporan al coro infantil del Santuario de Lluc. Los alumnos que a lo largo del curso pasado se fueron incorporando al coro de los Blauets de Lluc son una docena y proceden de distintos puntos de la geografía mallorquina.
Las nuevas voces
Lucas Martorell, Dídac Corró, Sara Romero, Nico Barros, Iván Pol, Naira Lorenz, Emili Vivas, Laira Bautista, Caterina Sancho, Marta Canyelles, Gabriela Espinosa y Aina Martorell fueron vestidos por sus padres con la sotana azul y el «roquet» blanco, como símbolo de la responsabilidad que asumen: cantar todos los días ante la virgen más venerada de Mallorca.
Al igual que llegan nuevos niños cada año, otros e despiden de su etapa como Blauets al finalizar su formación académica y musical en escuela integrada de Lluc. Con mucha emoción, especialmente por las amistades que dejan en la Escolania, y con alguna lágrima, todos despidieron con la imposición de una medalla de la Mare de Déu de Lluc a Maria Montero, de Cas Concos; Núria Terradas, de Palma; Alex Martínez, de Marratxí y a Joan A. Amengual, también de Palma. La ceremonia estuvo presidida por el Prior de Lluc, Marià Gastalver, con la presencia del director de la Escolania, Joan Comas, así como los familiares de los protagonistas.