Mallorca vive una escasez sin precedentes de corderos lechales este verano. Las ovejas han adaptado sus ciclos reproductivos a la sequía y apenas paren estos meses. Los restaurantes de la zona Nord, que compran directamente a la Cooperativa Pagesa de Pollença, tienen garantizado el suministro; pero encontrar cordero lechal de las Baleares en el mercado libre es prácticamente un imposible. Así lo explica Martí Solivellas, presidente de la Cooperativa Pagesa de Pollença impulsora de la marca Mè de Mallorca. «La semana pasada me dijeron que apenas fueron al matadero 10 o 12 corderos», dice Solivellas.
El precio del cordero lechal en lonja está a 8,90 euros en estos momentos pero «el problema es que no se encuentra» dice el presidente de la cooperativa. La mayor preocupación de los payeses es que a partir de octubre las ovejas empiecen a parir y sobren corderos en invierno cuando ya no se les puede dar salida porque con el fin de la temporada turística cae notablemente la demanda . Además, hay que tener en cuenta los problemas que tenemos de incremento del coste de producción con la inflación disparada», añade. «Con la sequía tan grande que tenemos los pastos han ido mal, la alimentación es mínima y ¿cómo les vas a dar comida adicional a los precios que se está vendiendo? Antes un saco nos costaba 8,40 y ahora 14,20 euros», dice el presidente de la cooperativa pollencina.
Las explotaciones adscritas a la Cooperativa de Pollença están organizadas por parideras para garantizar el suministro a sus clientes fijos (restaurantes) durante toda la temporada. La mayoría de sus ventas se producen en los meses de verano, coincidiendo con la temporada alta turística pero el cambio climático está poniendo a prueba todo el sistema. Mientras la crisis de stock de productos como el hielo está ligada directamente al fuerte incremento de la demanda por el boom de la temporada turística, lo curioso de la producción del cordero es que la escasez de lechales es una consecuencia directa de la aguda sequía y el incremento de las temperaturas. Las parideras se adaptan a la realidad del cambio climático.
«Con la sequía que estamos sufriendo que ha hecho que los pastos no vayan bien, tenemos la suerte y a la vez la desgracia de que las ovejas (con la falta de lluvia) han retrasado las parideras. El cordero lechal se está comprando a un buen precio (8,90 euros en lonja) el problema es la escasez. Otros años se importaba también mucho cordero de la Península que se vendía en los mercados, pero el mercado de la Península este año está muy estabilizado», dice Solivellas. «Realmente este es un año atípico, el poco cordero lechal que sale se vende a 8,90 euros y a 7,40 el recental», añade.
La Cooperativa Pagesa de Pollença cuenta desde hace años con un centro de tipificación del cordero que permite vender los animales en lotes homogéneos. «El problema es que los costes en el centro de engorde se disparan como consecuencia del incremento del coste de la electricidad y de los piensos. Viene un invierno malo y eso nos preocupa mucho», dice Solivellas. Con la Isla paralizada por la declaración del Estado de Alarma en marzo de 2020 la cooperativa pollencina hizo un importante esfuerzo para servir a domicilio a los vecinos de la comarca.