No hay honor más alto para una porrerenca que el de que te nombren Hija Ilustre en el día de Sant Roc. Y eso es lo que le ocurrió este martes a la doctora en Historia Medieval Maria Barceló i Crespí (Porreres, 1951). El Auditori de Porreres quedó pequeño para acoger el acto oficial de nombramiento de Barceló. Amigos, vecinos, compañeros de la UIB o viejos alumnos de la doctora Barceló quisieron estar a su lado en un momento tan importante para su propia historia. Y es más para Porreres, ya que Barceló se ha convertido en la primera mujer en ostentar el título de Hija Ilustre.
El acto empezó y finalizó con la música del grupo Posidònia. Pero fue la regidora, amiga y alumna de Barceló, Maria Antònia Nicolau Rosselló, la encargada de enumerar los motivos por los que el Consistorio de Porreres, por unanimidad ha decidido dar tan alta distinción a la medievalista. Nicolau señaló que la distinguida ayer fue una pionera. Fue la primera mujer en distintas asociaciones, entidades o la primera degana de la Universitat en Filosofía y Letras. La alcaldesa de Porreres, Xisca Mora, también tuvo unas palabras y señaló que «no hacemos más que retornarte parte de lo que nos has aportado en conocimientos».
Sentimiento
En su discurso, la doctora Barceló i Crespí señaló estar muy emocionada y agradecida por la distinción. Empezó dando las «gràcies». Explicó que a lo largo de su vida, en sus trabajos de investigación, discursos, charlas, conferencias, «siempre, siempre ha llevado el nombre de Porreres» por todos los sitios. «Tengo otros premios pero este me lo da el pueblo, me lo da la gente de Porreres y esto me ha llegado muy adentro». «Me siento una mujer afortunada y ser Hija Ilustre me enorgullece», señaló Maria Barceló. Finalmente, manifestó «el compromiso de seguir trabajando por Porreres, Mallorca y fronteras allá». El acto terminó con los asistentes en pie aplaudiendo.