Había doble expectación este martes a las diez de la mañana por ver a los Cossiers de Alaró. Por una parte, hacía dos años que no salían por Sant Roc (lo hicieron en mayo por las fiestas de los Damunts) y, por otra, celebraban los 30 años de su recuperación tras caer en el olvido desde 1939.
Numeroso público se congregó a las puertas del Ajuntament para contemplar la salida de la Dama, los Cossiers, el Dimoni y el característico acompañamiento musical alaroner. Además de buena parte del Consistorio local hicieron acto de presencia representantes políticos como la presidenta del PP balear, Marga Prohens, o el senador de Més, Vicenç Vidal, además de la alcaldesa ecosoberanista de Esporles, Maria Ramon.
Trayecto
Bajo unos intensos aplausos, los Cossiers se dirigieron al centro de la plaza de la Vila para ejecutar su primera danza. La Dama fue Aina Sastre, que en 2016 se convirtió en la primera mujer en entrar en los Cossiers de Alaró, y tras el baile comenzaron un recorrido que les llevó por diferentes calles del centro donde tenían programadas una serie de paradas en trece puntos distintos.
Al acabar las danzas eran invitados a tomar algún alimento o reponer fuerzas con una bebida para seguir a continuación hacia el siguiente lugar donde bailar. El público acompañó en masa toda la ruta y se emocionó con los homenajes que los propios Cossiers realizan durante la mañana. Este año, las personas que recibieron el reconocimiento fueron mestre Perico, Miquel Petro, Jaume Rosselló y Carmen Tineo que, a título póstumo, fue homenajeada en el bar Avinguda en un acto muy emotivo. Los Cossiers volvieron a salir por la tarde tras la misa de Sant Roc.
El apunte
Treinta años en danza
A partir de 1992, los Cossiers añadieron tres bailes nuevos (Ball Nou, La Gentil y El Mercansó). Quizá el más peculiar y el de más difícil ejecución a ojos del espectador es el del Embull (foto superior), donde se forma un gran lío entre la Dama y los Cossiers.