La diversión llegó este domingo a la Colònia de Sant Jordi, en el municipio de ses Salines, con la tradicional suelta de patos. A las doce del mediodía, cientos de personas se concentraron en la playa del Illot dels Frares donde le lanzaron los patitos de goma que fueron cazados por los bañistas que esperaban en el agua.
Ataviados con flotadores y tubos de espuma, grandes y pequeños se acercaron a las barcas desde las que se lanzaban los patitos de goma (hace años que se prohibió el lanzamiento de patos vivos) para poder hacerse con algún ejemplar con premio. Algunos patitos están marcados con un premio en metálico.
El alcalde de ses Salines, Juan Rodríguez, no dudó en subirse a una de las embarcaciones y, junto a otros miembros de la organización, lanzó sandias, melones y otros objetos, además de los patitos de goma, al mar. Los bañistas nadaron rápido para poder hacerse con algún premio. Muchos lo consiguieron y salieron del mar bien cargados.
Fin de fiestas
La suelta de patitos de goma (o el Duck Rescue, como se anunciaba en el programa de actos) es una de las actividades que ponen punto i final a las fiestas de la Colònia de Sant Jordi, que ha contado con un sinfín de actos muy participados. Por la noche, el tradicional concierto de la banda de música de ses Salines y el castillo de fuegos artificiales, que se lanzaron en la playa de Cala Galiota, fueron el colofón a más de diez días de fiestas.