La web promocional del Reggaeton Beach Festival prometía que «esta edición será aún más salvaje que la pasada». Y cumplió las expectativas. Tras dos tandas de doce horas consecutivas de fiesta durante el fin de semana, el lunes el polideportivo municipal Mateu Cañellas, que el Ajuntament d'Inca había alquilado para este evento, amaneció literalmente destrozado. La pista de atletismo se llevó la peor parte, pero también las piscinas tuvieron que ser cerradas al público «por mantenimiento e hipercalentamiento», según un aviso emitido por el Ajuntament a primera hora del lunes.
El recinto deportivo ha permanecido cerrado a los ciudadanos salvo para los asistentes al festival de reggaeton, que podían utilizar las piscinas e instalaciones municipales, donde se montaron zonas de duchas, de sombra, aspersores, atracciones acuáticas, camiones de comida y un macro escenario. También se anunciaron actividades como clases de bailes latinos, zumba y zona de tiendas. Todo ello sobre las pistas deportivas como el campo de fútbol de césped y la pista de atletismo.
Este lunes las imágenes de la cubierta de esta pista hecha trizas dispararon las alarmas. El complejo siguió cerrado mientras se desmontaban escenarios, baños portátiles, vallas y todas las atracciones. Los ciudadanos tampoco pudieron disfrutar del recinto el lunes, por tercer día.
El Ajuntament d'Inca señaló que la empresa organizadora del festival ha pagado un alquiler por el recinto y que se le cargarán los desperfectos, que hoy serán cuantificados. «Ya estaba previsto realizar una mejora del recinto, incluida la pista de atletismo, pero estábamos a la espera de que se celebraran estos eventos antes de iniciar la reforma», apuntó el Ajuntament en una nota. El PP de Inca ha sido muy crítico con lo ocurrido. «No creemos que los vecinos de Inca tengamos que pagar este desastre». Mañana harán una queja formal junto con distintos clubes deportivos que se han visto afectados por esta situación.