Taxistas de Calvià, Andratx y otras zonas de Mallorca mostraron este jueves su «indignación» por las palabras del presidente de los hoteleros de Peguera, Toni Mayol, anunciando actas notariales para controlar el tiempo que tardan los vehículos en acudir a las llamadas que se realizan desde las recepciones de los hoteles. Para el colectivo de taxistas, las palabras de Mayol responden a la «estigmatización» que del gremio se está realizando este verano, «culpándonos de una situación de la que también somos víctimas».
En la comarca de Ponent tienen claro los profesionales del sector que mucha culpa de la actual saturación la tienen los precios del Transporte Público Interurbano (TIB), cuyas tarifas resultan «desincentivadoras». Así, un taxi a compartir entre tres o cuatro usuarios resulta más económico que muchos de los trayectos en bus entre Andratx, Calvià y Palma, algo que está «sobrecargando de trabajo» a los taxistas. Desde Andratx, el presidente de Radio Taxi, Miguel Ángel López (imagen circular), asegura que el miércoles alcanzó su récord para unir en taxi Camp de Mar con Son Sant Joan: una hora y 47 minutos, frente a los 35 minutos en los que acostumbra hacer el mismo recorrido en invierno.
Esa desorbitada inversión de tiempo no solo supone un descalabro económico para el taxista, sino que resta competitividad al servicio, al bloquear los vehículos durante mucho más tiempo del habitual. López tiene claro que el problema no es de los taxis, sino de una isla «colapsada». Vaticina por ello un verano «muy complicado».
El apunte
El sector del taxi afirma sufrir un problema de «comunicación»
El sector del taxi asume que son muchos los residentes y turistas que les culpan por un colapso del cual no se sienten en absoluto responsables. Para resolver este problema de «comunicación» se plantean de hecho realizar una rueda de prensa en la que exponer, punto por punto, todo aquello que está saturando el servicio desde hace ya algunas semanas. Asimismo, varios restaurantes se pusieron ayer en contacto con este diario para insistir en la «enorme tardanza» de los taxis que, según estos, provoca situaciones «de tensión» con sus propios clientes.