Alcaldes de la Mancomunitat del Raiguer han mostrado su desesperación ante el deficiente servicio que presta la nueva empresa del servicio de recogida de basuras. Hoy se reunirán para decidir qué medidas tomar para solventar la situación que se repite desde principios de junio, con calles que se quedan sin recoger y puntos verdes municipales saturados.
Entre los más afectados están Alaró, Selva, Lloseta y Binissalem. El alcalde de Alaró, Llorenç Perelló (PP), explica que «intentamos paliarlo porque los vecinos no tienen la culpa, pero ya tenemos el Punt Verd lleno, porque tampoco vienen a vaciarlo, y hemos acumulado residuos en el área de Servicios y en el almacén de la brigada». El alcalde de Selva, Joan Rotger (PP), también lamentaba la semana pasada la saturación del punto verde.
El alcalde de Consell y presidente de la Mancomunitat, Andreu Isern (PSOE), admite el malestar. «La contrata se adjudicó en septiembre de 2021 para ocho años, y nada más empezar ya no presta un buen servicio; buscamos soluciones, pero rescindir el contrato sería el último extremo». El problema radica en que la concesionaria, CEPSA, no ha recibido los camiones adquiridos para este fin y trabaja con vehículos de alquiler; además, seis meses después de adjudicarse el servicio por dos millones, se aprobó el convenio del sector con una subida de sueldos del personal de la recogida entre un 30 y 40 por ciento.