La torrentada del día 9 de octubre de 2018 cambió el devenir de Sant Llorenç. Nadie olvida las víctimas, los daños materiales ni tampoco la ayuda ciudadana que, durante los días posteriores a la tragedia, fueron clave para levantar de nuevo este pueblo y mirar hacia el futuro con optimismo. La céntrica plaza Jaume Santandreu, tras su reforma, rinde homenaje a toda esta solidaridad con la escultura Help de la artista Amparo Sard que fue presentada, este martes, arropada por el calor de la ciudadanía.
Esta plaza, ubicada junto al Ajuntament, fue uno de los lugares más afectados por la torrentada ya que, prácticamente, quedó destruida. Además canalizó la entrada de agua que venía desbordada del torrente hacia la plaza del ayuntamiento y las calles Ordinas y Cardassar, los puntos neurálgicos más afectados por esta catástrofe natural. El Ajuntament remodeló esta plaza y adquirió una de las casas afectadas para ganar espacio público. Tras la rehabilitación se cuenta con un nuevo espacio público que da la bienvenida al pueblo y que ha querido acoger un elemento que haga homenaje a toda esta ola de solidaridad recibida tras la torrentada.
Acto
El Ajuntament junto con los representantes de las entidades ciudadanas, la autora de la escultura y los responsables de CaixaBank presentaron este renovado espacio que rinde tributo a todas las personas, entidades, empresas o instituciones que aportaron su ayuda, tanto con sus manos para la limpieza y reparación o a través de diferentes aportaciones económicas. La Fundacióla Caixa ayudó al municipio desde el primer momento y esta escultura es parte del convenio con el Ajuntament. La plaza Jaume Santandreu pasará a denominarse ‘Plaça de la Solidaritat', según la propuesta municipal, para «recordar el calor humano recibido en tan difíciles circunstancias».
Punto de vista
Símbolo de gratitud eterna
Joan SociesLa solidaridad recibida por los llorencins seguro que no la olvidarán en mucho tiempo. Aquella trágica noche del 9 de octubre de 2018, y los días posteriores restarán para siempre en sus retinas. Pero en sus corazones quedará aquella solidaridad, la ayuda llegada de todos los puntos de la Isla y más allá. Ahora, uno de los puntos más afectados por el agua, tendrá un nuevo espacio, un símbolo de gratitud.