La Conselleria de Medio Ambiente ha informado este viernes del inicio de la segunda fase de restauración del bosque de ribera de la zona del Pont de Ferro del Parque Natural de s'Alfubera. El proyecto cuenta con un presupuesto de 180.000 euros para acabar con la caña invasora. La Unión internacional para la conservación de la naturaleza (IUCN) considera la caña como una de las 100 especies animales o plantas más peligrosas por la capacidad de invasión y alteración de los hábitats que coloniza. Los rizomas de esta planta pueden crecer medio metro cada año y produce una competencia por el espacio y los recursos con especies propias.
El conseller de Medio ambiente y Territorio, Miquel Mir, y el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Llorenç Mas, han visitado este viernes el parque, donde continúan los trabajos de restauración. Estos días se han empezado a extender coberturas plásticas opacas a los lados del torrente donde, previamente, se ejecutó una crema prescrita de la caña invasora (Arundo donax). La malla negra quedará instalada hasta finales de verano del año 2023 con el objetivo que la ausencia de luz estropee el desarrollo de los rizomas que, a pesar de estar quemados, podrían rebrotar en unas condiciones adecuadas. El rizoma tapado agota las reservas, no puede sintetizar fotoasimilados y muere por falta de luz.
Las raíces de la caña forman un tapiz allá donde crecen que impide que crezcan otras plantas propias, en este caso, de una zona húmeda, lo cual dificulta la eliminación. El proyecto es una prueba piloto ejecutada en cerca de 6.000 m2. La primera fase de restauración del bosque de ribera consistió en la quema controlada de caña, y posteriormente, se procedió a retirar los residuos tapados hasta entonces por la vegetación. Ha sido financiado por el plan PIMA Adapta-Ecosistemas del Ministerio para la Transición Ecológica. La pretensión es favorecer la circulación del agua dulce hacia la zona húmeda para mejorar el estado ecológico de este espacio natural protegido. El conseller ha puesto de relieve todas los pasos hechos hasta ahora, puesto que la eliminación de la caña «ayudará a enriquecer de nuevo el ecosistema y toda la fauna asociada de la zona húmeda más importante de esta isla». Además, ha destacado la importancia de «reducir la carga vegetal en este lugar, una actuación clave para prevenir incendios forestales».