Los viticultores de Mallorca podrán plantar la variedad de uva Giró negre, que podrá ser usada en la elaboración de los vinos de la Isla. La Conselleria d'Agricultura tiene previsto autorizar en el mes de mayo la incorporación de esta variedad de uva, después de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación haya dado su visto bueno. La autorización de la variedad Giró negre llega tras un largo y arduo proceso iniciado en 2013 por el personal del Institut de Recerca i Formació Agrària i Pesquera (IRFAP), un organismo adscrito a la Conselleria d'Agricultura entre cuyos objetivos está la conservación de recursos genéticos de interés para el sector agrícola.
Una década de prospección
La primera prospección o hallazgo de vides de Giró negre fue en la zona de Felanitx y Manacor en 2005. A partir de ese momento, técnicos del IRFAP iniciaron los estudios necesarios para identificar esta variedad, documentar sus características al detalle, su vínculo histórico a través de referencias a ella en documentos antiguos y, finalmente, destinar otros cinco años a estudiar su vinificación para demostrar que puede producir un vino enmarcado en el estándar de calidad de los vinos de Mallorca. Para esta última parte, se organizó una cata en la Universitat de les Illes Balears (UIB) con expertos en análisis sensorial de vinos. Unos lo amaron a primera vista y otros, en absoluto. «La conclusión fue que es un tipo de uva que puede dar mucho juego al enólogo para elaborar vinos destinados a un consumidor muy concreto, que busca vinos especiales y diferentes», explican Carme Garau y Joana Maria Luna, técnicas del IRFAP que han participado en este largo proceso hasta poder atender la demanda del sector vinícola.
Una vez que la Conselleria formalice la autorización esta primavera, el Giró negre podrá utilizarse en la elaboración de vinos no solo de Mallorca, también en el resto de las Illes Balears. En el caso de las Denominaciones de Origen y de las Indicaciones Geográficas Protegidas Vi de la Terra, deberán ser sus consejos reguladores quienes soliciten incorporar el Giró negre en la elaboración de sus vinos, si sus bodegas están interesadas.
En 2013 se incorporaron las autóctonas Gorgollassa y Giró ros, y la foránea Viognier. En 2016 Agricultura autorizó la Escursac, y en 2020 otras tres: Callet negrella, Esperó de gall y Mancès de Tibús, abriendo el abanico de posibilidades al sector vinícola.