El Ajuntament d'Inca ha ordenado la paralización de la actividad de la antena 5G situada en el camino de Can Boqueta por incumplir la normativa urbanística local y por provocar molestias a los vecinos de la zona. La capital del Raiguer es el primer municipio de Mallorca que pone trabas a la instalación de este tipo de infraestructuras en terreno no urbano. La junta de gobierno local celebrada el miércoles decidió no admitir la declaración responsable que la empresa Telxius presentó en octubre de 2020 para realizar las obras de instalación de la antena de telecomunicaciones en unos terrenos clasificados como suelo rústico.
En el informe elaborado por el Consistorio inquer se especifica que «estas instalaciones tienen la consideración de interés general», pero esto «no exime del cumplimiento de la normativa urbanística aplicable». Además se indica que «conforme a lo previsto en el planteamiento los promotores deben buscar todas las posibilidades de ubicación en suelo urbano, algo que no ha sido acreditado, sino que se ha buscado la posibilidad más rentable para la empresa, sin valorar los daños medioambientales, estéticos y de contaminación acústica en una zona habitada».
Ruidos y molestias
Una de las principales quejas vecinales se ha producido a raíz de la instalación de un generador electrónico no previsto en el proyecto inicial y que constituye una infraestructura «molesta, nociva y prohibida en suelo rústico». Una vez que la empresa promotora reciba la notificación del Ajuntament d'Inca tendrá 48 horas para detener la actividad de la antena 5G. Además, los hechos se pondrán en conocimiento de la Agència de Defensa del Territori de Mallorca para que inspeccione las obras e instalaciones ejecutadas a los efectos de iniciar un posible expediente de restablecimiento de la legalidad urbanística y de la realidad física alterada. Cabe la posibilidad de que se impongan sanciones por infracción urbanística.
Punto de vista
El suelo rústico, cajón de sastre
Elena BallesteroEl Ajuntament d’Inca ha sido valiente a la hora de ordenar el cese de la actividad de la antena de telecomunicaciones situada en suelo rústico. El suelo rústico se ha convertido en los últimos años en una suerte de cajón de sastre en el que casi todo está permitido. Es hora de devolver al campo lo que es del campo e invitar a las grandes industrias a usar el suelo industrial que les basta y les sobra.