El exalcalde de Muro y actual teniente de alcalde de Medi Ambient i Festes, Antoni Serra (CDM) ha renunciado a tener dedicación exclusiva al Ajuntament y regresará a su empleo en un almacén agrícola. Así lo anunció el jueves en el transcurso del pleno de la Corporación.
Serra señaló que su intención inicial era tener dedicación plena «para poder servir mejor al Ajuntament y a los ciudadanos». Para ello, el mes pasado, cuando se aprobó el presupuesto para 2022, se consignó una retribución de 35.000 euros brutos anuales para él, que se sumaría a la dedicación del alcalde (47.000 euros) de la que Serra también ha dispuesto durante los dos años y siete meses que ha ocupado la Alcaldía.
Prima la honorabilidad
En la investidura de Porquer como alcalde, la semana pasada, Serra fue duramente criticado por esta retribución por parte de UiM y Més. El jueves anunció que renuncia a ella y que compaginará la gestión de sus áreas municipales con su empleo en la cooperativa local, a la que agradeció el apoyo recibido. «He dedicado gran parte de mi vida a diferentes asociaciones y clubes deportivos de Muro, y más de 18 años a la política municipal: muchos años, por tanto, desarrollando mi voluntad de servicio público», apuntó Serra. «Mi honorabilidad y trayectoria están por encima de todas las polémicas estériles que se hayan podido generar».
La decisión de Serra fue aplaudida por la oposición. El portavoz de UiM, Rafel Gelabert, que había sido especialmente crítico, lamentó que «hayan sido la denuncia y la presión mediática las que le han hecho recapacitar» y le ofreció colaboración para gestionar las fiestas. Por su parte, Miquel Àngel Tortell, de Més, señaló que «Serra quiso la paga por miedo a perder el control del Ajuntament en favor de su socio del PI, y renuncia a ella por miedo al qué dirán».