Las ayudas al sector lácteo de Baleares para afrontar la crisis generada por la COVID-19 en 2021 se incrementarán en un 600 por ciento, pasando de los 50.000 euros iniciales a un total de 350.000 euros. La Conselleria d'Agricultura ha ampliado la dotación de esta convocatoria que hizo pública en julio ante las numerosas solicitudes recibidas y que aún se están tramitando.
Esta línea para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19 subvenciona, concretamente, la transformación de los excedentes de leche que se produjeron en las granjas de las Illes en 2021 debido a la caída de la demanda. Convirtiendo la leche en cuajada o quesos, se prolonga la durabilidad del producto y sus posibilidades de comercialización.
Productores e industria
Estos 350.000 euros beneficiarán, sobre todo, a las industrias de transformación, las que elaboran quesos, cuajadas, yogur y otros derivados con la leche. Pero también a las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas que elaboran sus propios productos lácteos, una práctica muy extendida en Menorca, donde abundan las queserías, mientras que en Mallorca apenas quedan dos industrias lácteas y dos o tres vaquerías que elaboren sus propios quesos. De hecho, esta ampliación de la cuantía destinada a las ayudas ha permitido incorporar a una veintena de pequeños productores que ya elaboraban derivados de la leche antes de que llegara la crisis sanitaria.
Hace dos semanas, Agricultura creó la primera Mesa sectorial del lácteo en Menorca sin la participación de representantes de Mallorca, lo cual ha causado cierta controversia. La Conselleria señala que se trató de un tema circunstancial motivado por la firma de un plan de choque conjunto entre el Govern y el Consell de Menorca para la viabilidad, modernización, promoción y comercialización del sector lácteo menorquín.
La intención es incorporar la Mesa a los representantes de todas las Illes, aunque señalan que la distinta idiosincrasia del sector en cada una de las Balears es distinta y requiere una intervención diferenciada. Salvo casos puntuales como la citada crisis sanitaria, toda la leche que se elabora en las granjas de Mallorca se vende, aunque a precios muy bajos. En Menorca, hay un excedente anual de 15 millones de litros, lo que hace que sus ganaderos vendan entre los precios más bajos de España.