El Museu Balear de Ciències Naturals de Sóller se abrió en 1992 y hasta 2021 fue gestionado por la asociación del mismo nombre, que había iniciado los trámites de su creación en los años 80. Actualmente, su gestión depende de la misma fundación del Jardí Botànic de Sóller. Rafel Matamales, paleontólogo, es el responsable técnico de este museo.
¿Cómo ha llegado a ocupar el cargo de conservador?
— Hace unos años ya realicé en este museo mis prácticas del máster en paleontología, estudiando materiales de sus colecciones, también en el marco de mi tesis doctoral. Cuando el año pasado la Fundació Jardí Botànic-Museu Balear de Ciències Naturals convocó la plaza de conservador, no dudé en presentarme.
¿En qué trabajaba antes?
— Estaba en el Institut Català de Paleontologia (ICP) con un contrato para la realización de mi tesis de doctorado. Realizaba labores de investigación paleontológica de alto nivel con el objetivo de publicar trabajos científicos en revistas internacionales indexadas. Parte de mi trabajo era conseguir fondos de investigación. Con la ayuda de mis directores de tesis, obtuvimos ayudas del Consell de Mallorca para excavaciones y restauración de materiales. También debía dedicar unas horas a la docencia universitaria: biología, paleontología y registro geológico del cambio global, es decir, la historia de la vida sobre la Tierra.
¿Cómo valora su actual puesto de trabajo? ¿Le gusta?
— Sin duda coincide plenamente tanto con la profesión que elegí como con mi vocación naturalista y científica. También este cargo ha supuesto para mí un importante cambio, ya que el trabajo de un conservador es más transversal que el de un investigador. Es una labor que exige formación continua y conocimientos en diferentes ámbitos de las ciencias naturales y también en cuestiones de patrimonio, conservación, difusión cultural y museística, divulgación, etc.
¿Cree que este museo es suficientemente conocido en la Isla?
— La verdad es que, en mi opinión, hay bastante gente que todavía no lo conoce o que nunca lo ha visitado. Si bien es verdad que durante años se ha hecho una gran labor divulgativa, y muy especialmente en el apartado de educación, mucha gente de la Isla todavía no conoce el museo. Considero que uno de los objetivos inmediatos es incrementar su promoción. En este sentido sería interesante abrir una línea de colaboración con otras entidades científicas de Baleares que se tradujera en una o varias exposiciones que dieran una visión aún más amplia de la riqueza de nuestra naturaleza.
¿Qué destacaría de su museo y de lo que ofrece a quien quiera visitarlo?
— Por una parte, es una de las pocas colecciones de Ciencias Naturales que permanecen expuestas de forma permanente en Baleares. Tenemos la suerte de contar con algunas de las colecciones históricas más importantes de nuestras Islas como son las de los naturalistas Guillem Colom y Joan Bauzà. Pero, además, desde su fundación, el museo se ha ampliado y nutrido de otras colecciones privadas y de entidades. Por tanto, tenemos una gran diversidad de materiales, muchos de los cuales se pueden ver en las tres exposiciones permanentes sobre historia de las ciencias naturales, paleontología y biodiversidad. Destacaría también el entorno excepcional en el que está ubicado, lo que permite visitar al mismo tiempo el jardín botánico, también único en las Islas.
¿Como ha afectado la pandemia a este museo?
— Como todas las entidades culturales y científicas hemos tenido que aplicar medidas de seguridad y restricciones y hemos sufrido una caída de visitantes. Pero he de decir que a pesar de ello el museo no ha cerrado sus puertas al público más que durante el confinamiento y los pequeños cierres técnicos, habituales en temporada baja. Este mes de enero hemos abierto de nuevo al público después de unas semanas de descanso y de trabajo interno.
¿Cuales son sus objetivos a corto y medio plazo?
— Lo más urgente es continuar y completar el inventario y catalogación. Sólo la colección de Guillem Colom incluye 17.000 unidades de registro y actualmente el inventario incluye unas 32.000 piezas sin contar los libros y documentos; pero hay muchísimo más. Una de las principales prioridades es redactar el Plan Director, que nos permitirá ingresar en la red oficial de museos. Nuestro museo, como muchos otros, aún no lo tiene.
¿Habrá cambios expositivos?
— Me gustaría mostrar los fósiles espectaculares descubiertos en Baleares en los últimos años.