Mallorca se tiñe de rojo para celebrar un año más Sant Antoni. Los pueblos de la Part Forana viven con entusiasmo y fervor estos días de fiesta, concretamente la noche del 16 y el 17 de enero. Por segundo año consecutivo las fiestas populares estarán marcadas por las restricciones sanitarias de la pandemia del coronavirus. No habrá foguerons y la mayoría de los municipios han suspendido los actos principales, lo que no impide que se produzcan celebraciones en pequeños grupos. En caso de que así sea, las recomendaciones generales son mantener el uso de la mascarilla durante los encuentros sociales, preferiblemente FFP2, guardar la distancia interpersonal, ventilar los espacios cerrados, la higiene de manos y uso de gel hidroalcohólico.
Los municipios tendrán que realizar controles de aforo para el acceso a todos los actos llevados a cabo en espacios abiertos o al aire libre, como conciertos, bailes populares, cenas a la fresca o similares, asociados a la celebración de fiestas populares, sea cual sea la denominación específica que se dé a unos y otras. En cuanto a los acontecimientos multitudinarios populares, como por ejemplo ball de dimonis, captes o conciertos ligados a fiestas populares se tienen que hacer en espacios delimitados y garantizando el control de acceso para que se respete el aforo establecido. La entrada y la salida se tienen que hacer de manera ordenada y evitando hacerlo por el mismo acceso o salida, y el público debe permanecer sentado. Se tiene que procurar la distancia máxima posible entre los asistentes al acontecimiento. Es obligatorio el uso de mascarilla, aunque el acontecimiento se lleve a cabo al aire libre. Se pueden realizar eventos y actividades con la asistencia de un máximo del 80 % del aforo en espacios cerrados y del 100 % del aforo en espacios al aire libre.
Está prohibido organizar torrades, ni habilitar zonas destinadas al consumo de alimentos y bebidas. Las actividades de baile (bailes populares) que se puedan llevar a cabo en cualquier acontecimiento se tienen que hacer con uso obligatorio de mascarilla y en espacios delimitados.
Las celebraciones religiosas tienen que respetar en todo momento el aforo máximo permitido en los lugares de culto. Los participantes tienen que permanecer sentados y haciendo uso de la mascarilla. La entrada y la salida del lugar de culto se tiene que hacer de manera ordenada y evitando hacerlo por el mismo acceso o salida.
En los cercaviles se tiene que procurar que el público asistente a estas actividades lo haga manteniendo la distancia de seguridad. Por eso, se tienen que aplicar medidas que hagan posible un mayor esponjamiento del espacio donde se llevan a cabo. Se recomienda ampliar los recorridos y/o ampliar las zonas donde se desarrollan estas actividades para evitar aglomeraciones de personas.