La segunda fase de excavación y exhumación en el cementerio de Son Coletes, iniciada el pasado 18 de octubre, llega esta semana a su fin en cuanto a la intervención de campo. El vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, ha hecho balance este jueves, acompañado del secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática, Jesús Jurado; el director general de Memoria Democrática, Marc Herrera; el alcalde de Manacor, Miquel Oliver; y los representantes de las empresas Aranzadi y ATICS, que han trabajado conjuntamente en esta segunda fase, que ha comenzado el tercer Plan de Fosas. Yllanes ha destacado los "resultados satisfactorios", tras la localización de los restos de al menos 54 nuevas víctimas relacionadas con la Guerra Civil y la represión franquista.
«Estamos hablando de 54 personas, con sus respectivas historias y familias, que acabaron siendo asesinadas por motivos políticos, por sus ideas y por defender la democracia», ha señalado. El vicepresidente ha agradecido el trabajo de la Comisión de Fosas, de los investigadores y de las entidades memorialistas a quienes ha pedido "perdón por llegar tarde" y ha asegurado que el Govern continuará garantizando "el derecho a la verdad, el derecho a la memoria y el derecho a la reparación y reconocimiento de las víctimas". Jurado, por su parte, ha resaltado que la intervención en Son Coletes ha proporcionado pruebas directas de los crímenes cometidos por el franquismo. Según ha señalado, la investigación permite avanzar por el camino de la verdad, la justicia y la reparación, "absolutamente imprescindible" para llegar a disfrutar de una concordia real.
Según han apuntado, los trabajos han finalizado con la localización de siete fosas de la represión y la Guerra Civil. Las fosas 1, 2 y 3 son continuidad de las excavadas en 2020 y las 4, 5, 6 y 7 son cuatro nuevas, situadas todas ellas en uno de los pasillos del actual cementerio de Son Coletes. Continuar las tareas de excavación de 2020, han añadido, ha permitido recuperar los restos de 17 víctimas más. La fosa 1, ubicada dentro de una de las zonas ajardinadas, es la única que ha aparecido vacía. En cambio, se han exhumado dos individuos en la continuación de la fosa 2, situada casi en uno de los ángulos entre dos pasillos, donde ya se habían documentado cuatro víctimas en la fase anterior. A estos hay que añadir la localización de 15 individuos más en la fosa 3, que se ha excavado 12 metros más de longitud, y en la cual se localizaron seis milicianos de la expedición del capitán Bayo en 2020. Esta quincena de víctimas de la fosa 3 se han encontrado en dos grupos: uno formado por diez individuos, algunos de los cuales se podrían relacionar con milicianos. Y un segundo grupo formado por cinco víctimas más, cuatro de las cuales se han podido recuperar en su integridad y otra sólo parcialmente.
Las primeras observaciones antropológicas indican que estos cuatro cuerpos completos son compatibles con mujeres, una de las cuales menor de 22 años. Del resto, habrá que hacer un análisis antropológico cuidadoso en el laboratorio para poder determinar correctamente su perfil biológico. En cuanto a las nuevas fosas localizadas en el pasillo, han destacado que en la fosa 4 se han exhumado seis individuos; en la fosa 5, cinco; en la fosa 6 ocho individuos, y en la fosa 7 otras dos, uno de ellos muy joven. Por lo tanto, la segunda fase de intervenciones en Son Coletes ha permitido exhumar un total de 38 restos de víctimas en posición original, a las que se suman dos concentraciones de restos desarticulados donde se calcula que hay un mínimo de 16 víctimas de la Guerra Civil, a partir de las lesiones que presentan y que son compatibles con arma de fuego. Este número global de víctimas, 54, podría aumentar con el estudio antropológico de los restos, también desarticulados, aparecidos entre los fundamentos de las criptas construidas en los años 50 del pasado siglo. Según han recordado, en la primera intervención llevada a cabo en Son Coletes, en 2020, se localizaron restos de hasta 25 víctimas, cinco de las cuales se han podido identificar y devolver a sus familias.
A nivel de cultura material, entre todos los objetos personales aparecidos se pueden destacar claramente tres grandes grupos diferenciados. Por un lado, en las fosas 2, 4, 5, 6 y 7 se han documentado objetos de uso cotidiano como llaves de puertas, una boquilla de baquelita o una pluma estilográfica; atuendos de la vestimenta como botones, hebillas o corchetes; diferentes tipos de calzado, unas gafas de sol y, excepcionalmente, una moneda de oro de 20 dólares americanos de 1904 y botones de puño de oro. En la fosa 3, algunos de los individuos localizados traían también objetos de uso cotidiano, pero por su indumentaria algunos podrían relacionarse como milicianos que llegaron a Mallorca con el capitán Bayo. Finalmente, las mujeres tenían asociado algún objeto que podría ser identificado como vestimenta femenina como botones o hebillas de ropa interior, que ahora será necesario estudiar detenidamente en el laboratorio para poder afirmarlo más taxativamente.
La Conselleria ha explicado que una vez finalizado el trabajo de campo, ahora las tareas se trasladan a laboratorio donde el equipo de antropólogas de Aranzadi y ATICS analizarán los restos exhumados para intentar afinar características que ayuden en el proceso de identificación. También es capital, en este sentido, según han apuntado, continuar con la recogida de ADN de familiares que piensen que sus familiares desaparecidos podrían haber sido enterrados en el antiguo cementerio de Son Coletes. Por eso, desde la Dirección General de Memoria y la empresa Aranzadi pondrán en marcha un nuevo proceso de recogida de muestras de ADN de familiares durante este próximo mes de enero.