Tres de los cuatro concejales del PP se desmarcaron en el último pleno de la propuesta del alcalde, Joan Monjo (Convergència), quien pretendía que el pleno aprobara sus planes para iniciar la construcción de la piscina cubierta de Can Picafort ocupando parcialmente una zona verde, y posteriormente iniciar la modificación de las normas urbanísticas (NNSS) para reordenar los límites entre la zona verde y la zona deportiva. Con ello, la piscina habría sido trasladada unos 15 metros respecto al proyecto actual, que obliga a demoler un quiosco y parte de un vestuario del campo de fútbol.
La idea de Monjo no logró los apoyos en el pleno. Todos los grupos de la oposición (PSOE, Independents y CPU) se abstuvieron, aunque la sorpresa fue que también lo hicieron tres de los cuatro concejales del PP, socios de gobierno del alcalde. Monjo le ha quitado hierro al asunto y tampoco tratará de debatir de nuevo la idea de transformar parte de la zona verde en zona deportiva y viceversa, para que las instalaciones queden más esponjadas. «El PP y Convergència no tenemos firmado en el pacto la obligación de votar lo mismo; lo que no me parece de recibo son las críticas de CPU, cuando fueron ediles de este partido los que en el pasado convirtieron la zona verde en una cantera de arena para su venta», espetó Monjo, quien asegura que «los técnicos del Consell no veían pegas en esta solución».
El portavoz del PP y teniente de alcalde, Martí Torres, señala que «no se puede construir una piscina en una zona verde o parte de ella, primero hay que realizar una modificación puntual de las normas subsidiarias y recalificar los terrenos». El PSOE lamentó «el proyecto de la piscina no es nuevo, es un grave error que no se hayan dado cuenta hasta ahora que no se adapta al espacio disponible; esto demuestra la manera de funcionar del equipo de gobierno, igual que el resultado de la votación denota su falta de sintonía». Sin embargo, ningún grupo de la oposición votó en contra de la idea del alcalde, pese a criticar que no se ajustaba a la legalidad. La piscina tiene un presupuesto de unos dos millones de euros.
El apunte
El presupuesto de 2022, marcado por la crisis debida a la pandemia
Santa Margalida ha aprobado los presupuestos para 2022 que ascienden a 14,965.700 euros. Como ocurriera en 2021, las cuentas están marcadas por la crisis económica derivada de la pandemia. Se mantiene la partida destinada a servicios sociales. Las principales inversiones serán la piscina de Can Picafort y el Passeig de Son Mas. El edil de Hisenda, Martí Torres, destaca que «seguimos congelando los tributos que más directamente afectan a las economías familiares».