El comercio de Porreres mostró este domingo todo su potencial durante la celebración de la tradicional Fira de Tardor, que se ha recuperado este año tras el parón del año pasado a causa del coronavirus.
El buen tiempo, sin duda, también propició a que cientos de vecinos y visitantes llenaran las calles más céntricas del pueblo, que acogieron múltiples paradas de feria en las que se podían adquirir productos de temporada, como castañas, de decoración o de artesanía. Todas las tiendas del municipio también abrieron sus puertas y algunos no dudaron en sacar sus productos a la calle para acercarlos a los visitantes.
Las ganas de ocio de la población, han provocado este otoño que las ferias vuelvan a presentar un gran ambiente y sean muy concurridas. Para evitar grandes aglomeraciones en las estrechas calles, el Ajuntament de Porreres habilitó ayer carteles informativos en los que indicaba el trazado de la feria y recomendaba el sentido de circulación de los peatones.
Las exposiciones de herramientas antiguas, de motos y coches antiguos, la Fireta de Cómics o la exposición de aves rapaces, entre otros, fueron algunos de los actos que completaron el programa de la feria. Al mediodía, el grupo de ball de bot S'Estol Porrerenc puso la nota musical en la plaza de la Vila.
Los comerciantes que este domingo acudieron a Porreres y los propietarios de los negocios del pueblo se mostraron satisfechos por las ventas y la acogida de los vecinos y visitantes que se pasearon ayer por el municipio.
El pueblo vivirá este lunes el Firó coincidiendo con la festividad de Todos los Santos. Habrá venta de productos en el centro.