Catalina Calafell lleva toda su vida en el Port d'Andratx. El paso del tiempo la ha convertido en la principal testigo del progreso urbanístico, social y comercial del núcleo costero de Ponent, pero lo que más le ha importado en todo ese tiempo a esta vecina, ha sido la pintura artística y ofrecer un servicio de calidad en su comercio.
La apertura de la Consigna, hace ahora 70 años en el Port d'Andratx como establecimiento de venta de pan y víveres, marcó el inicio de la trayectoria comercial de Calafell hasta la actualidad. De hecho, hoy el local comercial que abrió su familia –con el mismo nombre– es una moderna panadería y cafetería, gestionada por uno de sus hijos, Jaime, que también se ha convertido en un referente del avance de esta localidad turística.
Afición
Calafell es muy aficionada a la pintura artística. Autodidacta se enriqueció de los artistas mas reconocidos y también, muy especialmente, por el mismo Josep Ventosa que, afortunadamente, fue su vecino y prácticamente aprendió todo de su técnica artística.
Hoy en día, afirma Catalina Calafell que pasa muchas horas coloreando lienzos y figuras de arcilla. El pintor catalán residió dos décadas en el Port d'Andratx y una tela del artista pintada en el año 1967 preside el comedor de Calafell. Las pinturas que conserva son de pintores como Codorniu; Falcó y Bascones, que indica no sería capaz de vender ninguna de ellas.
La octogenaria conserva a la vez cientos de fotografías que reflejan toda su trayectoria desde los 12 años de edad. Tienen tres hijos, Juan, Jaime y Tolo, y hoy en día Catalina Calafell también es la única porteña que regenta un local comercial en el Port d'Andratx.
Las instantáneas desde el blanco y negro al color son también un referente de toda una vida de la artista en el núcleo costero, todo ha cambiado tanto y nos hemos visto forzados a avanzar con el inexorable paso de los años.