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Ports ordena cerrar el astillero que aspiraba a ser Museu de mestres d'aixa en Pollença

Cabanellas batalla contra el fin de la concesión del dominio público que ha explotado desde 1959

Transparencia. La propuesta de Cabanellas para la prórroga de su concesión contempla dar transparencia a determinados paños de la nave existente en los que se instalarían elementos tradicionales de trabajo de mestres d’aixa para contribuir a divulgar el oficio entre los paseantes. | Elena Ballestero

| Pollença |

El consejo de administración de Ports de les Illes Balears acordó el 30 de septiembre anunciar el fin de la concesión que Astilleros Cabanellas tiene en Pollença desde 1959 por la que paga un canon anual de 346,72 euros al año más tasas. Lo hace en aplicación de un cambio legislativo aprobado en 1988 que permite dar por finalizadas las concesiones vitalicias si han transcurrido 30 años.

En base a la misma norma, Ports ha recuperado, entre otras, siete casas de la primera línea de Portocolom y ha cedido la mejor conservada al Ajuntament para transformarla en biblioteca.

En el caso de Pollença, la familia Cabanellas, que lleva tres generaciones al frente del negocio y tiene una docena de trabajadores empleados, está dispuesta a pelear en los tribunales para obtener una prórroga de 25 años a cambio de una inversión de 590.141,63 euros que plantea mejoras medioambientales y la reconversión de la nave actual en un Museu de mestres d'aixa que se pueda aprovechar para la formación de profesionales.

Apoyo de la patronal

Cabanellas recibió ya en 2018 el apoyo de la patronal náutica, que instó a Ports a aceptar su propuesta. «Es beneficiosa para todos y permitirá mantener vivo un oficio que forma parte de nuestra historia», decía entonces el presidente de la Asociación de Empresas Náuticas de las Illes Balears (AENIB), Jaume Vaquer.

Desde 2018 la familia Cabanellas ha presentado distintos recursos contra el cese de la actividad y escritos de alegaciones a favor de la solicitud de la prórroga. Durante la pandemia falleció Antoni Cabanellas Seguí, por lo que la familia solicitó además expresamente que se suspendiera el proceso administrativo a la espera de que se resuelva su herencia.

Lejos de lograr la paralización, Antoni Cabanellas Pujadas (hijo de Antoni Cabanellas Seguí y actual administrador de la herencia) se ha encontrado con la sorpresa de que el nuevo Plan General «omite deliberadamente la actual existencia de la concesión demanial de Astilleros Cabanellas» y propone la creación de una marina seca «en una antigua concesión de astilleros» que dibuja sobre su nave.

Xavier Ramis, director general de Ports, dice que «la ley no nos permite dar la prórroga y así se les ha comunicado. No podemos olvidar que es un bien público».

Asegura que «no dejaremos al puerto sin servicio de reparación de barcas tradicionales». «Aunque la propuesta introduce un nuevo uso de marina seca, nuestra intención es (con la mayor participación ciudadana) preparar un concurso (en que la familia Cabanellas podrá competir en igualdad de condiciones) para una concesión de un espacio más amplio de marina seca, varadero y reparación. Uno de los requisitos del concurso será la reparación de barcas tradicionales.

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