Pese a sus cinco kilómetros de longitud y de poseer aguas de color turquesa y una arena blanca y fina, las playas de Muro son cada vez más estrechas. Así lo ha constatado el Ajuntament de Muro, en base a las comprobaciones y marcaciones que se realizan cada año para distribuir las sombrillas y hamacas, aunque este año el retroceso ha sido muy preocupante, entre 6 y 10 metros de arena perdidos entre abril y septiembre.
Para poner freno a este fenómeno que en pocos años podría acabar con la idílica imagen actual de estas playas, desde el área municipal de Medio Ambiente municipal se barajan distintas soluciones. Entre las más innovadoras, está la instalación de una especie de arrecifes artificiales bajo el agua, a 50 metros de distancia de la orilla y cuya función es amortiguar el impacto de las olas.
Una empresa de innovación ha planteado esta solución basada en una tecnología de cargas eléctricas de bajo voltaje llamada Biorock. Estas cargas inocuas se aplican a unas estructuras metálicas en forma de cúpula colocadas sobre el fondo marino y como consecuencia, provocan la acumulación de minerales que se van adhiriendo al esqueleto metálico, formando una roca mineral similar a los arrecifes naturales. Este sistema ha sido utilizado en la regeneración del ecosistema marino, desde arrecifes de coral a praderas vegetales, aunque no existe ningún precedente en las Illes Balears.
Las causas
La pérdida de arena en las playas de Muro debido al efecto de las corrientes marinas es un fenómeno natural, que hasta hace unos años se había auto regulado de modo natural. Unas corrientes o temporales se llevaban la arena, y otros la traían de vuelta. Pero desde hace unas décadas el sedimento no regresa, sino que se queda acumulado en grandes depósitos bajo el mar en las playas del Port d’Alcúdia.
Este problema, que afecta también a las playas de Can Picafort, se debe, entre otros factores, a la construcción de distintas infraestructuras a lo largo de los últimos treinta años. «Estructuras como el puerto deportivo de Alcúdia, el espigón de s’Oberta o el club náutico de Can Picafort, actúan como parapetos e impiden la recirculación de la arena», señala el técnico de Medi Ambient del Ajuntament de Muro, Jaume Ramon. Hace años la playa fue regenerada con arena extraída de un depósito marino situado frente a Banyalbufar, pero también ha desapareciendo.
Los datos recogidos por el Ajuntament de Muro son preocupantes. El coordinador de Seguridad de Playas del Ajuntament de Muro lo explica de un modo gráfico. «Desde hace unos 12 años contamos con datos tomados generalmente en el mes de abril para la instalación de los servicios de hamacas y sombrillas. Este año ha sido atípico, en algunas zonas de Playa de Muro hemos perdido entre 6 y 10 metros de arena, quedando expuestas al agua algunas franjas de hamacas; incluso a una torre de vigilancia le hemos tenido que colocar una extensión de la escalera para subir, de tanta arena que ha desaparecido de su base».
Punto de vista
Next Generation no contempla la regeneración
Alcúdia, Muro y Santa Margalida mostraron recientemente su acuerdo por elaborar un proyecto conjunto para extraer la arena que se acumula en el Port d’Alcúdia y regenerar con ella las playas de Muro y Can Picafort. La idea era financiarlo con los fondos Next Generation. Pero han sido asesorados de que no encaja en las líneas de proyectos que este plan europeo prevé subvencionar.