Las restricciones impuestas por la pandemia no impidieron anoche en Valldemossa que el fervor por Santa Catalina Thomàs volviera a desatarse tras dos años sin desfile del Carro de la Beata.
Después de que en 2020 no pudiera celebrarse el tradicional recorrido debido a la precaria situación sanitaria de entonces y el Ayuntamiento decidiera aplazar hasta este domingo el desfile que, según la tradición, debería haberse celebrado el pasado 28 de julio si el nivel de contagios de esas semanas no hubiera sido tan elevado, Valldemossa volvió en la anochecida de ayer a volcarse con la beateta. Eso sí, cumpliendo con una serie de restricciones que, sin embargo, no impidieron que aflorase la emoción ni que el espíritu de la fiesta sufriera merma alguna.
Para poder celebrar el desfile del Carro de la Beata con el máximo de garantías, el Ajuntament de Valldemossa limitó a 1.300 personas la asistencia al acto. Los espectadores fueron distribuidos en zonas habilitadas con aforos definidos con tal de cumplir con las normas anti COVID–19. Para hacer posible el control de los aforos, el Consistorio modificó el tradicional recorrido del carro suprimiendo el paso por media docena de calles. Los asistentes ayer al desfile se habían inscrito previamente, teniendo que facilitar su nombre completo, DNI y firmar una declaración responsable que obligaba al cumplimiento de las pautas de prevención sanitaria establecidas. Con la firma de este documento, el Ayuntamiento entregó a los espectadores una pulserita que autorizaba el acceso al dédalo de calles por las que transcurrió el desfile y que los asistentes tuvieron que lucir obligatoriamente.
Este año, la figura de la Beata estuvo representada por la niña Clara Amengual Torres, mientras el de la Hereva lo encarnó Mariona Vila Calafat. El papel de los angelets correspondió a Pep Vicens Joubert, Miruna M. Dàmians Chiracu, Luca M. Monno Pérez, Jordi Reynés Amengual, Adrià Bauzá Calafat, Sophia Alemany Me, Lucas Vicens Joubert, Nico Vairoletti Fleita, Chloe Compte Julià, Mireia Moragues Moyà y Roger Martín Delgado. Todos tuvieron que someterse el viernes a un test rápido de antígenos certificado por un facultativo médico con resultado negativo.