Tras seis años de ‘luna de miel', el alcalde de Calvià lanzó este jueves una seria advertencia al empresariado hotelero. Sin estridencias, de manera respetuosa, pero una advertencia al fin y al cabo. Alfonso Rodríguez (PSOE) aprovechó su discurso en el acto conmemorativo del 792 aniversario del desembarco del Rei en Jaume en Santa Ponça para advertir a los principales actores de la industria turística de la urgente necesidad de cuestionarse la idoneidad del actual modelo de negocio.
Tras enumerar los esfuerzos llevados a cabo por las administraciones y demás agentes públicos en la lucha contra la COVID–19 y sus efectos sobre el tejido económico y social del municipio, el alcalde, en presencia de la presidenta del Govern, Francina Armengol, se mostró taxativo:«Nuestra industria turística necesita sacar conclusiones, no sólo de su adecuación a este siglo XXI, sino de las enseñanzas que debemos extraer de esta pandemia, que sin duda, va a acelerar algunos procesos ya iniciados y modificar otros».
Tras esta admonitoria introducción, Rodríguez siguió a la carga: «No podemos seguir valorando las temporadas turísticas sólo por los millones de turistas y de estancias al año, ni pensar, además, que estos indicadores deban crecer año tras año. Hemos de cambiar la mirada», advirtió Alfonso Rodríguez. Un cambio de mirada que, según el dirigente socialista, debe pasar por ir «asimilando que no será la cantidad, la rentabilidad a corto plazo gracias al volumen lo que marcará el éxito de nuestras temporadas futuras, sino la competitividad a medio plazo ligada a una calidad de la oferta y del servicio, y a una triple sostenibilidad medioambiental, económica y social», sostuvo el edil.
El entorno, «clave de bóveda»
A juicio de Alfonso Rodríguez, ese «cambio de mirada» hacia el éxito futuro pasa también por «la singularidad de lo propio, lo autóctono, lo original. Debemos ofrecernos desde nuestro paisaje y entornos rurales: playas, calas, interior y montañas, pero también desde nuestra manera de ser y vivir, nuestra cultura, tradición y gastronomía. Ser auténticos para ser distintos. En definitiva, lugares que ofrezcan la experiencia que el turista busca y que le ha de colmar la expectativa que le movió a viajar aquí».
Finalmente, el alcalde de Calvià rompió una lanza en favor de la protección del entorno natural, «sin duda clave de bóveda de nuestro futuro y de nuestra responsabilidad generacional». En su defensa por la reducción del consumo de recursos naturales, Rodríguez, también instó a la industria turística a mostrarse «decidida e inflexible».