El municipio de Deià se queda sin ninguna oficina bancaria. Así lo aseguró este jueves el alcalde, Lluís Apesteguia, quien a través de una carta a los vecinos calificó la situación de «vergonzosa».
La oficina del BBVA es la última que quedaba abierta en la localidad después que cerrara hace unos años la oficina de sa Nostra. Esta es una «demostración que el capitalismo desregularizado no actúa en interés de las personas, sino de una minoría que cada vez acumula más y más dinero sin voluntad de servicio a las necesidades de la gente normal y de las pequeñas comunidades», apunta Apesteguia en su misiva.
El alcalde ha decidido convocar a todos los alcaldes de pueblos y pedanías que han quedado sin oficina bancaria para hacer presión «sobre los poderes públicos que deberían regular al sector bancario o al menos establecer una situación bancaria pública que asegure que las personas y comunidades vulnerables no nos quedemos sin este servicio», señala. También pedirá a entidades bancarias ‘éticas' a establecerse en el municipio.