El caos ha vuelto al Caló des Moro. Después del parón del año pasado, debido a la falta de turistas durante el verano, este año se vuelven a vivir estampas de saturación en esta pequeña playa. Para intentar controlar el acceso a la cala, el Ajuntament de Santanyí ha contratado los servicios de vigilancia privada que no permiten el acceso a ningún bañista cuando el aforo está completo para así cumplir con las medidas sanitarias impuestas por el coronavirus.
Esta acción ha provocado que los bañistas acudan igualmente a la pequeña cala y se generen colas, que pueden llegar a ser de hasta cuatro horas, para bañarse en las cristalinas aguas del Caló des Moro. La alcaldesa de Santanyí, Maria Pons (PP), lamenta la situación y asegura que «el consistorio no tiene ningún interés en que se genere esta locura por el Caló des Moro, que solo nos provoca gastos para las arcas públicas». La alcaldesa se queja de que la masificación que se vive en el Caló des Moro provoca «que los vecinos de Santanyí no vayan a esta playa porque no entra en ninguna cabeza tener que hacer cuatro horas de cola para acceder a la cala». Asimismo, añade que «a pesar de no disfrutar de esta zona de la costa, son los vecinos quienes, a través de sus impuestos, pagan los gastos que provoca el Caló des Moro, como la vigilancia privada que se ha puesto».
La causa de la gran afluencia de turistas al Caló des Moro es por las fotos que corren por las redes sociales. Maria Pons dice al respeto que «desde el Ajuntament de Santanyí no utilizamos fotos de esta cala para promocionar el municipio para intentar disuadir la afluencia de gente, no obstante el Govern sí que utilizó la imagen del Caló des Moro este verano como promoción turística y esta acción no ayuda», advierte la edil.
Sin servicios
Los bañistas que se dirigen al Caló des Moro deben estacionar sus vehículos en el parking de Cala Llombards. Ahí hay «un auxiliar que informa a los visitantes de la espera desde las 10 hasta las 18 horas. Otros dos vigilantes controlan el acceso en el Caló», según Pons. Desde la zona de aparcamiento hasta el Caló des Moro, los visitantes deben caminar unos 20 minutos a pie y, después, esperar en la cola a que salgan turistas del caló para poder acceder a él. En la cala no hay servicio de socorrista y existe una zona pequeña de arena.