Joan Puig (Malgrat de Mar, Barcelona 1959) era diputado de ERC cuando participó en la invasión de la piscina de uso público de Pedro J. Ramírez en la Costa dels Pins en agosto de 2005. Puig es ahora el editor del diario digital La República.
Con la perspectiva del tiempo, ¿cómo valora la ‘guerra' de la piscina?
—La persistencia ha permitido ganar. La gente de las Islas, empezando por Jaume Sastre, ha perseverado y al final se ha conseguido una victoria que es de justicia divina. Ha sido una lección para mucha gente. Algunos recibimos ataques por enfrentarnos a un hombre poderoso como Pedro J. Pero la justicia ha avalado lo que nosotros defendimos entonces, y es que la piscina era ilegal.
¿Cree que PP y PSOE se comportan igual con los poderosos?
—Recuerdo que la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, me dijo que, seguramente, la piscina era ilegal, pero que era un tema de Estado porque Pedro J. tenía mucho poder. Las presiones para que se dejara este tema fueron más que evidentes. Pedro J. tenía cogidos a los dos partidos, y ninguno se atrevió con sus maneras de hacer.
¿Qué le parece la sentencia de la Audiencia Nacional? ¿Cree que el Supremo la puede tumbar?
—Es complicado que la tumbe, pero conociendo la Justicia española, podría pasar cualquier cosa. Esta vez el golpe es muy duro. Si la volvieran a salvar en el último momento sería otro escándalo de la Justicia española.
¿Lo volvería a hacer?
—Me siento muy orgulloso de haberlo hecho. Es una de las cosas que siempre recordaré. ¿Volvería a hacerlo? Claro que sí. Primero, porque la gente de las Islas me lo pidió. Siempre tendré la sensación de que hicimos justicia. No me arrepiento en absoluto.