El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, ha explicado este lunes que «se ha decretado el cierre de un bar a medianoche entre semana y a la una los fines de semana».
Los vecinos residentes en los alrededores de este céntrico establecimiento habían presentado numerosas quejas relacionadas con ruidos y molestias, por lo que desde el Ajuntament de Pollença se ha decidido limitar el horario de apertura de este negocio en concreto.
Los afectados indican que llevan semanas sin poder dormir por las noches porque «este bar que es el último que cierra en el pueblo alarga hasta más de la una y luego los clientes siguen con la juerga a las puertas».