«No entendemos la necesidad de hacer un referéndum para dar el nombre de mi padre al campo de fútbol de Consell, cuando el pabellón se inauguró ya con el nombre de Cati Pol (precisamente a propuesta de mi padre y sin referéndum). Mi padre tiene méritos más que suficientes, pero lo peor es que ni siquiera el alcalde ha convocado aún la consulta». Carlos Vidal, hijo del periodista deportivo y expresidente del club de fútbol Consell, hace público el malestar de la «familia» ante el «olvido» de la Administración.
El pleno rechazó en marzo dar el nombre de Miguel Vidal (como homenaje póstumo) al campo de fútbol local. Solo el PI votó a favor de la propuesta, pero el alcalde Andreu Isern (PSOE) se comprometió a convocar una consulta popular. No lo ha hecho. «No la hemos hecho por la COVID, pero pensamos hacerla en julio o agosto», dijo ayer Isern. Reconoce que aún no se ha decidido el texto exacto de la pregunta que se votará. El malestar de la familia ha ido en aumento y ha estallado después de recibir una notificación del juzgado por una deuda de más de 8.000 euros del club de fútbol por la compra de equipaciones deportivas.
«Es un gasto que mi padre se encontró cuando fue presidente del club por segunda vez en 2014. Lo reconoció y se comprometió a pagarlo a plazos y lo hizo hasta que dimitió por su enfermedad. La nueva directiva no siguió pagando y realizó nuevas compras. Ahora nos reclaman 8.300 euros», dice Carlos Vidal. Según Vidal «el alcalde le dijo a mi padre que no se preocupara por eso porque el Ayuntamiento se haría cargo». Isern lo niega.