El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, propuso ayer en una reunión con representantes de varias instituciones que el tramo entre el kilómetro 0,8 y el 6,5 de la carretera Ma–10 aumente su límite máximo de velocidad a 80 kilómetros por hora.
El principal motivo de esta petición, que ya fue realizada por escrito, tiene su origen en las más de 700 multas a coches que se han impuesto desde que la Delegación del Gobierno, la Dirección Provincial de Tráfico y el Consell de Mallorca acordaran reducir el límite de velocidad a 60 kilómetros por hora con el objetivo de reforzar la seguridad de la vía y centrándose en el colectivo de los motoristas (a los que se les han impuesto 51 multas).
Desde el Consell de Mallorca vieron este lunes con buenos ojos la propuesta de Pollença, mientras que desde Tráfico y Delegación del Gobierno no se pronunciaron. La decisión se tomará en una posterior comisión política.
El alcalde de Pollença manifestó su satisfacción «porque Consell y Ayuntamiento vamos de la mano en este asunto». Cifre indica que «queremos que el tramo hasta el kilómetro 6,5 tenga la velocidad genérica que tienen las demás carreteras de nuestro municipio porque se trata de una vía de uso muy urbano para nuestros ciudadanos».