La pandemia y la crisis derivada de la COVID-19 han tenido un impacto muy relevante con las personas que se dedican al sector turístico. La falta de ingresos ha provocado que algunas familias no tuvieran recursos para comprar productos básicos y han necesitado la ayuda de los Servicios Sociales municipales. Pero la solidaridad ha llegado más allá de las administraciones y han sido muchas las personas que, a título personal, ha decidido aportar su granito de arena.
Este es el caso de un grupo de vecinos de Portopetro, en Santanyí, que durante meses se han organizado para ayudar a los más necesitados y han conseguido que los restaurantes del pequeño núcleo colaboraran con la iniciativa y ofreciesen una comida gratis a familias, niños o vecinos del municipio.
Irene Meyer, vecina de Portopetro e impulsora de la iniciativa, recordó que en octubre empezó a celebrar mercados para recaudar dinero. Meyer explicó que «la iniciativa de los restaurantes empezó en la pizzería para dar un helado o una pizza a los niños, pero poco a poco la solidaridad se extendió al resto de restaurantes del pequeño pueblo». Además, se ha subastado un cuadro del artista pollencí Amador Magraner por el que se han recaudado 1.000 euros «que servirán para comprar productos básicos y comida».
Los beneficiarios de esta iniciativa han sido medio centenar de vecinos, mayoritariamente, de Cala d'Or.