Toni Mir ya es el nuevo alcalde de Andratx, el tercero que se hace con el bastón de mando en la presente legislatura. En una tensa sesión, el primer edil socialista recogió el testigo del ecosoberanista Joan Manera, solo un año después de que éste hiciera lo propio de manos de la regionalista Katia Rouarch.
El PSOE, segunda fuerza más votada en las elecciones de 2019, por detrás del Partido Popular, vuelve así a ponerse al frente del Castell de Son Mas tras más de una década alejado del poder. Quizá por ello, la plana mayor de los socialistas isleños estuvo presente en el acto, al cual no faltaron las presidentas Francina Armengol y Catalina Cladera.
No fue en todo caso un pleno de trámite. La portavoz del PP, Estefanía Gonzalvo, quien también por tercera vez en los últimos dos años se postuló como alcaldesa –contando con el único apoyo del regidor de Ciudadanos-, reprochó lo que definió como «parálisis y dejadez» del equipo de gobierno, más preocupado según ella «por el asiento que por resolver los problemas de la ciudadanía».
Recordó Gonzalvo la salida de la interventora municipal del consistorio, subrayando la «absoluta falta de planificación» con la que, a su parecer, han trabajado hasta ahora tanto Rouarch como Manera, en una línea que, según ella, podría ir a peor con la llegada de Toni Mir a la alcaldía. «Ya hemos sufrido varios encontronazos con él debido a su carácter, y da miedo que éste vaya a ser el nuevo talante del alcalde», explicaba ayer a este diario la portavoz del PP, reactivada además en su tarea opositora tras la salida de Biel Company al frente de la formación conservadora.
Recién llegado y veterano
El nuevo alcalde es un recién llegado al pleno, pero todo un veterano de las filas socialistas, en las que acumula más de cuatro décadas de carnet y diversos cargos orgánicos. Empresario en varias etapas de su vida como propietario de un bar y de una agencia de viajes, Toni Mir rechazó siempre situarse en primera línea política, algo que deberá hacer durante los dos próximos años como alcalde de un municipio que tiene ante sí retos históricos. El propio Mir sitúa entre ellos la aprobación de las Normas Subsidiarias o la nueva rotonda de acceso a Camp de Mar, que debe acabar con uno de los puntos negros en Mallorca.
Respecto a su gestión, anuncia continuidad respecto a sus predecesores. Su idea es no tocar apenas las áreas de gobierno, salvo la obligada por la salida de Joan Manera que entregará su acta de regidor en el próximo pleno y abandonará la política.
El nuevo alcalde, vinculado también como vicepresidente al CE Andratx, promete «mucho esfuerzo» y entregarse «en cuerpo y alma» a la tarea que a partir de ahora le ocupará.