Los hermanos Reuben son los nuevos propietarios de la finca de Coves Blanques de Pollença, de 270 hectáreas, y de Ses Basses de Andratx, de 165 hectáreas. Ambos terrenos están situados en ANEI y disponen de 3,5 kilómetros de costa cada uno.
En la web de Reuben Brothers aparece una mención a Ses Basses, pero ninguna a la propiedad de Pollença. La ubicación de esta finca, situada en la zona de Cala Sant Vicenç, ha salido a la luz a raíz del permiso que el Ajuntament solicitió a los anteriores propietarios de Coves Blanques para arreglar el camino que los presos republicanos construyeron en 1940. Los dueños comunicaron que la venta de la finca era inminente por lo que prefirieron que se negociara con los nuevos propietarios. La operación se realizó en marzo y no ha trascendido la cantidad.
El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, explicó que «a través del intermediario inmobiliario nos estamos poniendo en contacto con Reuben Brothers porque tenemos pendiente el arreglo del camino y la celebración de la carrera de Coves Blanques, además de una señalización que queremos instalar».
Cifre indicó que «el camino está catalogado y existe un coto de caza mayor, por lo que habrá que establecer el criterio del uso público con el uso privado, como pasa en otros lugares. La intención es llegar a un acuerdo y mantener la situación actual».
Por su parte, el alcalde de Andratx, Joan Manera, confirmó que la finca de ses Basses es la que han adquirido los hermanos multimillonarios y, a pesar de que esté situada en zona ANEI, «dudo de si se podrá conseguir algún tipo de urbanización porque se trata de un terreno con mucha extensión».
1.336 hectáreas
Los hermanos Reuben ya son propietarios de 1.336 hectáreas en Mallorca, distribuidas en seis propiedades y todas ellas con acceso a la costa. Además de las recientes de Pollença y Andratx, son los dueños de 120 hectáreas en Betlem (Artà); 215 hectáreas en Cala Mesquida (Capdepera); así como dos terrenos de 116 hectáreas en Cala Romántica y 86 en Cala Antena (Manacor). Por último, en Cala Figuera (Calvià) compraron una finca de 364 hectáreas y con 5 kilómetros de costa.
La realidad ha cambiado mucho. Hemos pasado de una situación de poca tierra para muchos campesinos, a mucha tierra para pocos campesinos.