Nueva estocada para los agricultores. Un descenso en picado de las temperaturas totalmente inusual la madrugada del jueves se ha saldado con la pérdida de buena parte del fruto de albaricoques y ciruelos en Manacor, así como pérdidas en la viña que rondan entre el 30 y el 40 % de la producción en la zona del Raiguer, Llevant y el Pla.
Solo la empresa Terracor, una de las principales productoras de hortalizas y frutas en capital del Llevant, ha perdido más de 800 toneladas de frutos de verano, unas pérdidas que podrían superar los 800.000 euros según estima uno de sus resposables, Maties Adrover. La explotación agrícola ha perdido la cosecha de los árboles frutales que tienen en una extensión de 35 hectáreas. «Solo nos han quedado las frutas primerenques», explica Adrover, mientras recuerda que hace décadas que no se veía una helada similar en un mes de abril. «Todo está perdido ya que la fruta se ha quemado, no hay posibilidad de nueva floración, habrá que espera al año que viene», lamenta el responsable de Terracor.
El payés confirma que el descenso de las temperaturas se precipitó de manera totalmente inesperada la noche del miércoles a jueves. «A las 23:45 horas estábamos a 3,7 grados y solo 45 minutos después el termómetro bajó hasta los 0,5 grados», ejemplifica Adrover mientras comenta que el mercurio llegó aquella madrugada a los 2,8 grados negativos.
Por su parte, los productores de Agroilla confirmaban ayer que también tenían afectados cultivos de melonares, pero sin ser una afectación tan generalizada como la de Manacor.
Del mildiu al hielo
Tampoco los viñedos se han ‘salvado' de este acusado descenso de las temperaturas. Sebastià Ordines, de las bodegas 7103 Petit Celler en Santa Maria, asegura que parte de su cosecha está dañada. Explica que normalmente el efecto de las heladas en los viñedos se suele detectar a los 2 o 3 días «pero el jueves ya vimos que la helada había sido muy intensa y que haría mucho daño». Ayer Ordines atestiguó sus malos presagios asegurando que incluso hay productores que han perdido entre el 80 y el 90 % de la producción. «En abril la viña está en sus primeros estadios de brotación, por lo que este fenómeno meteorológico tan poco habitual para un mes de abril habrá mermado el nuestro poder productivo, los nuevos brotes están ya secos», explica.
Por su parte, el presidente de la D.O. Pla i Llevant, Antoni Benàssar, confirmó que las pérdidas en la viña «rondan en términos generales entre un 30 y un 40 por cien; ya que hay plantaciones muy afectadas y otras que lo están solo en parte», explica. Entre los municipios afectados por las heladas se encuentran los viñedos de Binissalem; Santa Maria; Algaida; Petra, Felanitx y Manacor.
En cambio en municipios como los del Llucmajor, Muro o la zona norte de la Isla no han tenido ninguna afectación, añade Benàssar quien reconoce que la cercanía al mar les benefició.
Los vitivinicultores encadenan dos años de malas campañas
Los productores de uva para vino encadenarán dos años de malas campañas. El año pasado la vendimia estuvo marcada por la plaga de ‘mildiu' que afectó parte de su producción. Este, la helada del pasado jueves, también les afectará sobretodo en la cantidad de uva que podrán recoger. A todo ello hay que añadir el descenso de ventas que sufrieron las bodegas por el cierre del canal de restauración y hotelería debido a la pandemia de la Covid-19. Pese a ello, los productores no tiran la toalla y lucharán por la calidad del sector.