Una veintena de casas de veraneo de sa Caseta des Capellans y los tres chiringuitos situados en primera línea en esta popular playa de Muro se ven amenazados por la nueva delimitación del dominio público marítimo-terrestre que ha propuesto la Demarcación de Costas.
El Ajuntament de Muro y los vecinos que disfrutan de estas 146 casitas a modo de concesión, han contratado sendos bufetes especializados para presentar alegaciones.
Aluvión de alegaciones
Por una parte, el Ajuntament de Muro, propietario de las casas, ha contratado un gabinete técnico para estudiar con detalle el deslinde propuesto. Éste afecta a una franja de 700 metros de longitud situada entre el límite con Can Picafort y las urbanizaciones de Playa de Muro. El alcalde, Antoni Serra, ha enviado una carta a la jefa de la Demarcación de Costas en las Illes Balears, Almudena Domínguez, en la que muestra su disconformidad. Además, solicita una prórroga del plazo para presentar alegaciones, a lo que Costas ha accedido, de modo que los interesados pueden alegar hasta final de marzo.
Por su parte, el jueves, la Asociación de Vecinos de Capellans convocó una reunión en el Teatre de Muro a la que asistieron un centenar de personas, pese a que hubo que limitar la asistencia debido a las restricciones por la COVID-19. El representante de la AAVV, Joan Álvarez, apunta que «como titulares de las concesiones para el disfrute de las casas, también alegaremos y hemos contratado a otro bufete para apoyar al Ajuntament». De hecho, se han repartido formularios con alegaciones estandard con la idea de que sean muchas las que se presenten.
Los argumentos que defienden son la singularidad de este poblado de casas situadas junto a la playa, en un terreno comunal adquirido por el Ajuntament de Muro en 1929. También se aferran a que la existencia del asentamiento es anterior a la Ley de Costas (1988) y que «ha evitado la urbanización de la zona con fines turísticos». También, que el PORN del Parc Natural de sa Serra, aprobado por el Govern el pasado 22 de febrero, «deja Capellans fuera de la zona de protección, conscientes de la realidad y de su arraigo».
El alcalde destaca «la unidad que existe entre todos los grupos políticos para defender es Capellans». Desde la oposición se confirman estos apoyos, como el de UiM, cuyo portavoz, Rafel Gelabert, apunta que «queremos que la línea de Costas siga el trazado inicial de 1989, en el que todas las casas estaban excluidas del dominio público». La portavoz del PSOE, Marga Portells, ha mediado para que técnicos del Consell puedan asesorar al Ajuntament. «Pedimos que Capellans mantenga su fisonomía actual lo máximo posible, pero también como Ajuntament debemos comprometernos a iniciar la ordenación de este núcleo», señala. Miquel Àngel Tortell, de Més, es más crítico. «El Ajuntament de Muro siempre reacciona tarde. Debería hacer tiempo que tuviéramos abogados y supiéramos qué queremos para Capellans».
Cabe recordar que éste es el segundo intento de Costas de marcar un deslinde en este tramo de costa. En 2006, el deslinde previsto dejaba todo Capellans dentro del dominio público, algo que provocó manifestaciones y rechazo vecinal hasta que fue aparcado. La tranquilidad para ellos ha durado 15 años.