Cala Millor ha emprendido su camino hacia la modernización con el objetivo de convertirse en un destino de referencia y apostar por su promoción en unos momentos de incertidumbre ocasionados por la crisis sanitaria. El Ajuntament de Sant Llorenç ha emprendido una serie de reformas en la zona costera y una de las más importantes es la modernización del paseo Cristòfol Colom. Se trata de un ambicioso proyecto que ya está a exposición pública con un presupuesto de casi 4 millones de euros.
El regidor de Turisme, Colau Bordal, explicó a este periódico que «la idea es empezar este año. Es una de las actuaciones más importantes ya que al ser el punto comercial, peatonal, hotelero y de servicios más céntrico el proyecto servirá para dinamizar, reformar y modernizar la zona transmitiendo una imagen de seguridad».
La idea es crear un espacio para peatones atractivo para que se convierta en un eje cívico, cultural, lúdico y de ocio. Una de las cuestiones planteadas desde el primer momento es la conservación de las palmeras existentes que, junto con las pérgolas, le dan un carácter y singularidad.
Sostenibilidad
El responsable de Turisme quiso dejar claro la apuesta que se hace «en momentos preocupantes ante la temporada turística próxima». Explicó que «se trata de un proyecto moderno y sostenible tanto por el mantenimiento de los árboles actuales como de nuevas tecnologías energéticas».
El paseo Cristòfol Colom se ha convertido en el principal eje comercial donde hay comercios, souvenirs, cafeterías, restaurantes... La propuesta planteada pretende otorgar a esta zona un valor añadido con un pavimento diseñado por el artista catalán Javier Mariscal y la implementación de obras escultóricas del artista local Guillem Nadal. Son los primeros pasos para convertir el paseo en una exposición al aire libre. El Ajuntament tiene en marcha toda la maquinaria para que el proyecto sea una realidad lo antes posible.
Una vía céntrica y peatonal que tiene 30 años de antigüedad
El paseo se reformó en 1989 con un proyecto redactado por los arquitectos Josep Juncosa y Susan Roig y se amplió en 1991. Las obras supusieron un cambio de fisonomía. El Ajuntament considera que después de casi 30 años se ha de realizar una reforma integral.