Tras años de tramitaciones, Richard Barnson conseguirá al fin transformar Son Bunyola en un pequeño hotel de lujo. Este viernes recibió la licencia de obras y así lo confirmó el magnate británico al periódico Mallorca Daily Bulletin.
Virgin aseguró que los trabajos empezarán a finales de otoño y confían que el hotel podrá abrir sus puertas al público en 2023. El establecimiento de lujo contará con 29 habitaciones. El pasado octubre Brandson ya avanzó que quería convertir Son Bunyola en el hotel más lujoso del Mediterráneo.
El alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà, confirmó a este periódico que esta misma semana había firmado la concesión de la licencia de reforma y ampliación a la promotora Arenas & Dunas Resort SL . Esta licencia supondrá un importante ingreso económico para el consistorio ya que ronda los 250.000 euros.
La finca de Son Bunyola tiene una extensión de 251 hectáreas. La vila principal se llama sa Punta de s'Àguila y cuenta con unas imponentes vista tanto al mar como a la montaña. La finca cuenta también con las casas de sa Terra Rotja y la villa Son Bonlaguret, que la propiedad tiene en alquiler. En estas estancias se han alojado personajes conocidos, entre ellos Sarah Ferguson. Todo indica que el nuevo hotel de lujo ambién podría atraer a visitantes adinerados de todo el mundo.
La crisis provocada por la pandemia no ha frenado las intenciones de Richard Branson de invertir en Mallorca y realizar lo que considera uno de los «sueños» del magnate para «devolver a la vida el histórico y bello edificio», según apuntaron ayer desde la compañía Virgin.
Cabe recordar que el pasado mes de septiembre el departamento de Territori del Consell de Mallorca aprobó conceder el interés general para la reforma y amplicación de la possessió de Son Bunyola después de obtener el visto bueno por parte de la Comissió Balear de Medi Ambient del Govern.
El magnate hará realidad un proyecto varado durante años
Richard Branson compró la finca de Banyalbufar en el año 2015 por unos 15,3 millones de euros. La adquirió a través de la sociedad Virgin Hotels Group Limited al matrimonio inglés Holer. Precisamente la pareja había comprado Son Bunyola en el año 2002 a Branson. El magnate británico la recuperó trece años después y puso en marcha la larga tramitación para convertirla en lo que llamó «el hotel más lujoso del Mediterráneo».