Los alcaldes de Banyalbufar, Mateu Ferrà (PI); Esporles, Maria Ramon (Més); y Valldemossa, Nadal Torres (GIV), se muestran convencidos de que sus municipios, ubicados en la Serra de Tramuntana, no obtendrán la declaración de zona catastrófica solicitada al Gobierno de España tras el tormentoso cap de fibló que el pasado 29 de agosto asoló la zona.
Pese a no tener una confirmación oficial del Ejecutivo central respecto a la respuesta negativa a la petición formulada por el Consell de Govern el 7 de septiembre, los alcaldes de Banyalbufar, Esporles y Valldemossa manifiestan su «profundo malestar» porque «seis meses después del temporal que destruyó el paraje natural y patrimonio en abundancia, parece que el Gobierno no otorgará la declaración de zona catastrófica solicitada», lamentan los munícipes.
Maria Ramon reclama al Estado «claridad», ya que, a su juicio, «el impacto fue enorme. No entendemos tal tardanza en dar una respuesta». Por su parte, Nadal Torres agradece las actuaciones de la Conselleria de Medi Ambient y también pide «celeridad y apoyo» al Gobierno. Finalmente, Miquel Ferrà se pregunta: «Si esto no es una zona gravemente afectada, ¿qué lo es?», al estimar que los daños del temporal afectaron a 736 hectáreas de Banyalbufar, Esporles y Valldemossa, de las cuales, unas 683, corresponden a superficie forestal del Paraje Natural de la Serra de Tramuntana. Por su parte, tanto la Conselleria de Medi Ambient, como la Delegación del Gobierno aseguran no tener constancia oficial alguna sobre la negativa del Ejecutivo a la declaración de zona catastrófica. Asimismo, también podría darse que, desde un principio, los efectos de la tempestad no reuniesen los requisitos para la declaración, ya que Balears no decretó el nivel 2 de alerta, sólo el 1.