La oposición del Ajuntament de Son Servera (PP, On Son Servera, Podem) destapó este jueves, en el pleno ordinario, que el regidor de Comerç, Ramon Reus (PSOE), participó el día 31 de diciembre a una comida en un local que excedía el aforo permitido y en el que la Policía Local acudió para levantar acta por incumplimiento de la normativa sanitaria. El informe concluye que el local no cumplía el aforo y que no se mantenían las distancias de seguridad.
Los diferentes portavoces mostraron su malestar y disconformidad con esta actuación en tiempos de pandemia y denunciaron su «falta de responsabilidad» al respeto. Incluso la alcaldesa socialista, Natalia Troya, expresó que cuando representas una institución el comportamiento ha de ser ejemplar. «No estoy para defender actuaciones de niños que no son tan niños», sentenció.
Reus contestó que «fui al local a comer y cuando vi que había mucha gente me fuí. No sabía si se respetaba o no el aforo. La policía tenía órdenes de controlar todos los actos. No me propusieron para una sanción porque no hacía nada mal hecho. Simplemente comía en una mesa. Al no cumplir el aforo se desalojó».
La explicación no fue demasiado convincente para la oposición. El regidor del PP, Jaume Servera, acusó al edil de «estar de pie y sin mascarilla». Añadió que «eres un regidor del Ajuntament y no tienes que hacer según que actuaciones. No te mereces estar ni representar el Ajuntament». En el mismo sentido, el regidor de ON Son Servera, Bernardo Grimalt, detalló la situación crítica de Balears con la pandemia censurando este tipo de actuaciones.
Desde Podem, Francesc Riera pidió un «pleno extraordinario para aclarar las circunstancias».