Los alcaldes de la Serra de Tramuntana temen que este fin de semana se repita el colapso de vehículos y senderistas que se dio hace una semana coincidiendo con la primera nevada del invierno. No fue hasta el domingo a mediodía, con los pueblos de montaña totalmente desbordados, cuando el Govern se decidió a hacer un llamamiento público para que los ciudadanos dejaran de subir a la nieve.
Desde entonces hasta ahora, poco se ha avanzado en la prevención. La pandemia, con el ocio y los centros comerciales cerrados los fines de semana, agrava la masificación y convierte lo que hasta ahora era un problema ambiental en un problema de salud pública.
Reunión de coordinación
Los alcaldes de los municipios más afectados (Escorca, Sóller, Selva, Banyalbufar, Pollença, Estellencs, Deià, Puigpunyent, Valldemossa, Esporles, y Fornalutx) se reunieron de urgencia el jueves con representantes de Delegación de Gobierno, del Govern y del Consell con la esperanza de que alguna de las tres administraciones supramunicipales aprobara un protocolo para prevenir la masificación este fin de semana.
Muy a su pesar la reunión telemática se cerró con dos únicos acuerdos: la creación de un grupo de WhatsApp con los contactos de todos los asistentes, y la promesa de Interior de convocar una reunión de coordinación «en la que que se iniciará el trabajo técnico que deberá desembocar en la elaboración de un protocolo de actuación». «No hay fecha cerrada, pero la intención es hacerla la semana que viene», dicen fuentes del Govern.
El citado protocolo es el mismo que desde hace años el alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, ha venido demandando sin éxito y que «en 2018 el Govern se comprometió a hacer pero no llegó a desarrollar», dice Solivellas. En el mismo sentido se pronunció ayer el teniente de alcalde de Sóller, Carlos Darder, que criticó el «brindis al sol» de Interior y la «falta de coordinación».
Guías de montaña buscan apoyos para diseñar un modelo sostenible
En las últimas semanas guías de montaña han estado buscando el apoyo de algunos alcaldes (como el de Alaró, Llorenç Perelló) para regular su actividad durante la pandemia controlando aforos y diseñando un modelo sostenible para el disfrute seguro de la montaña.