Los ayuntamientos de Ses Salines y de Llucmajor han remitido dos cartas al Govern balear en las que solicitan la realización de cribados masivos en estos municipios ante el aumento de casos de COVID-19.
El alcalde de Ses Salines, Juan Rodríguez, ha pedido el cribado en una misiva para «prevenir mayores males y el posible confinamiento perimetral derivado del desconocimiento de los asintomáticos», además ha reclamado que las pruebas se realicen tanto en el núcleo de Ses Salines, como el de la colonia de Sant Jordi.
Desde el Ayuntamiento han señalado que ponen a disposición de las autoridades sanitarias «toda la infraestructura necesaria en cuanto a locales y personal administrativo y de orden público para llevarlo a cabo».
«Nos encontramos frente a una segunda ola de la pandemia que está afectando en la isla de Mallorca hasta el punto de decretar el nivel 4 de alerta sanitaria. Consideramos de vital importancia la detección de casos asintomáticos que pueden ayudar, de forma totalmente involuntaria, a la propagación de la enfermedad», ha explicado el alcalde.
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Llucmajor, el alcalde del municipio, Eric Jareño, ha planteado también en una carta esta petición a la presidenta del Govern, Francina Armengol, y ha puesto a disposición del Ejecutivo autonómico las infraestructuras necesarias para que se puedan llevar a cabo las pruebas de la manera más eficiente posible.
Jareño ha asegurado que esta petición «responde a la necesidad real de tener constancia de la incidencia de la COVID-19 en el municipio, dada su singularidad, ya que es un término con numerosos núcleos urbanos y que, por lo tanto, tiene una población muy dispersa entre muchas localidades».
«Queremos detener la ola de nuevos contagios que han provocado que Mallorca entre en la fase 4, la más dura en cuanto a restricciones y no sólo hacia la población, sino también hacia el tejido empresarial, sobre todo el sector de la restauración, el más castigado por las nuevas medidas», ha concluido el alcalde.