A nadie le escapa el simbolismo como lugar de refugio y espiritualidad que Lluc ha representado a lo largo de su historia, así como de ofrendas con las que muchos mallorquines aspiran a la mediación de la Mare de Déu de Lluc ante dificultades que necesitan un empujón de esperanza. Ambas razones están en el germen de la exposición que el artista Joan Bennàssar realizará esta Navidad en el santuario de Lluc.
Refugis d'amor i d'oferiment (refugios de amor y de ofrecimiento) es el título de esta exposición de esculturas y pinturas de gran formato que el artista ya ha comenzado a instalar en la Plaça dels Pelegrins y otros rincones emblemáticos de Lluc para atraer al público e invitar a la reflexión sobre los valores humanos.
Arte en plena naturaleza
«Esta exposición en el santuario es el germen de una muestra más amplia que llamaré Camí de Lluc, con obras expuestas en todas las paradas que hay en el camino: Inca, Selva, Caimari y Escorca; en Navidad las familias necesitan un lugar para poder visitar juntos y éste es un espacio amplio y al aire libre», explica Joan Bennàssar, quien añade que con esta iniciativa ha aunado las propuestas que le llegaron por parte de los alcaldes de Inca y Selva, y del prior de Lluc y su equipo. Ayer inició el traslado y montaje de las primeras esculturas desde su taller de Pollença hasta el santuario, donde se podrán ver a partir del miércoles.
Las obras están en la línea de las que el artista mostró el verano pasado en el Calvari de Pollença y en la Torre de Canyamel, esculturas humanoides y lienzos de gran formato. Solitarias o en conjuntos, invitan a la reflexión sobre la época en que vivimos y la crisis de valores que afronta la humanidad desde hace tiempo, ahora multiplicada por la incertidumbre y el miedo que genera la pandemia de la Covid-19.
Lugares emblemáticos
Después de las fiestas, el artista las distribuirá por los pueblos que conforman el Camí de Lluc. Al igual que en Pollença, donde las esculturas de su serie Raons humanes (Razones humanas) permanecerán expuestas hasta el 7 de enero, en estos otros municipios sus obras ocuparán lugares emblemáticos. No todos han sido desvelados aún, pero en Inca será el Convent de Sant Bartomeu, «ses monges tancades», antiguo convento de clausura y de gran simbolismo entre muchas generaciones de inquers.