La Audiencia Provincial ha absuelto a la exalcaldesa de ses Salines María Bonet de un delito de obstrucción a la Justicia por el que la Fiscalía Anticorrupción le reclamaba tres años de prisión. La antigua regidora estaba acusada de iniciar un expediente disciplinario y de acosar durante meses a dos arquitectos municipales que habían denunciado una serie de irregularidades en la gestión del urbanismo municipal.
La sentencia considera que no hay pruebas suficientes de que la exalcaldesa Bonet, defendida por el abogado Josep Zaforteza, actuara como represalia por esa denuncia. Al contrario, describe la existencia de un ambiente laboral «insano, con mucha tensión y en el que se escenficó claramente una lucha de poder entre los técnicos y los políticos».
Las magistradas señalan que la denuncia de los técnicos siguió en dos días a un voto particular de la alcaldesa en contra de uno de sus dictámenes en torno a un aparcamiento en la Colònia de Sant Jordi. Además, consideran que no existen pruebas de que, cuando la entonces alcaldesa inició un expediente disciplinario a los arquitectos supiera que le habían denunciado. La comunicación oficial que llegó al Ajuntament fue posterior y no se mostraron unos supuestos mensajes de Whatsapp que habría acreditado ese conocimiento.
Expediente
En todo caso, valoran que María Bonet «sólo iniciaba el expediente». Más tarde, el que imponía las sanciones fue aprobado por una nueva corporación en la que el alcalde era Bernat Roig: «La acusada sí votó en el pleno, cuestión esta desde luego poco ética puesto que en dicho momento ya sí tenía conocimiento de la denuncia», apunta la sentencia.