El Consell reactiva este jueves la compra de los terrenos de la finca de sa Tanca de Can Domènech donde el consorcio de la ciudad romana de Pol·lentia planea construir en un futuro el Centro de Arqueología Subacuática de Mallorca y Museo de Pol·lèntia, un espacio de referencia para el estudio de la arqueología tardoantigua en el Mediterráneo.
El pleno del Consell de Mallorca aprobará previsiblemente hoy una modificación de crédito para habilitar una primera partida de 375.000 euros para la adquisición del suelo. Ha alcanzado un acuerdo con el Govern y el Ajuntament d'Alcúdia para pagar a partes iguales la finca por un valor total de 1,1 millones de euros. Esta cifra supondría una rebaja de 100.000 euros respecto al precio por el que el Consell preveía comprar inicialmente la propiedad empleando los fondos del impuesto de turismo sostenible. Como consecuencia de la pandemia los ingresos de la ecotasa cayeron en picado y la compra se suprimió del listado de proyectos a desarrollar en 2020.
El Consell, el Ajuntament y el Govern han encontrado ahora una vía alternativa de financiación para hacerse con la propiedad del empresario hotelero Miquel Ramis. Así lo confirmó ayer la alcaldesa de Alcúdia que espera a tener la tasación del Consell y la opción de compra por el nuevo valor para habilitar la partida económica de 375.000 euros que asumirá el Consistorio.
Una vez se formalice la compra por parte del Consell, este cederá los terrenos al Consorci de Pol·lèntia en el que están representadas las tres instituciones (Consell, Govern y Ajuntament).
Aunque dada la difícil situación económica la construcción del Centro de Arqueología Subacuática de Mallorca y Museo de Pol·lèntia aún tendrán que esperar, la compra de sa Tanca tendrá un efecto inmediato: la ampliación de la zona de protección de Pol·lèntia. Y es que la finca está situada a solo unos metros del barrio residencial de sa Portella, pero al otro lado de la carretera.
Prospecciones geofísicas sugieren que continúa el barrio residencial
Sa Tanca de Can Domènech está situada frente al yacimiento de Pol·lèntia (al fondo de la imagen), solo separada del barrio residencial de sa Portella por la carretera del cementerio. Prospecciones geofísicas realizadas en la zona sugieren que continúa allí el barrio residencial. Las construcciones modernas existentes en la finca y los terrenos de la parte norte (donde aflora la roca natural) servirían para crear el centro de investigación y museo.