El alcalde de Manacor, Miquel Oliver, pide a Sanitat un replanteamiento de las medidas adoptadas en la ciudad en las últimas semanas frente a la COVID-19.
Así lo manifestó este sábado en declaraciones a Ultima Hora después de mantener una reunión con representantes del colectivo de restauración y comercio de la ciudad y analizar junto a ellos la situación económica de Manacor.
Cuando se cumplen 10 días de la entrada en vigor del confinamiento perimetral de la población, Oliver no tiene claro que esta medida haya tenido resultados palpables. «No sabemos si los datos invitan al desconfinamiento» afirmó. El cierre de la ciudad, que según él «ha estigmatizado a Manacor», ha sido en la práctica muy difícil de cumplir por la falta de efectivos. En ese sentido reclama para la ciudad una mayor dotación de miembros de los cuerpos de seguridad para vigilar el cumplimiento de las medidas sanitarias oportunas sin tener que recurrir a una prórroga del confinamiento.
«Se ha dado poca importancia a otras medidas como la limitación de reuniones o el control de la ocupación. No sabemos si los datos invitan al desconfinamiento, por lo cual no sabemos si ha sido efectivo», sostiene.
Por otra parte, representantes de restauradores y comerciantes, reunidos ayer con el alcalde, transmitieron las extremas dificultades que está viviendo el colectivo. La situación económica en los días que han transcurrido desde que se decretó el cierre de la ciudad no ha hecho más que empeorar, según estos colectivos. Destacan, no obstante, el apoyo del Ajuntament en toda la crisis, pero lamentan el retraso burocrático en las ayudas, que todavía no se han hecho efectivas.
Recientemente transmitieron sus demandas por carta tanto a Sanitat como a Presidència del Govern y Ajuntament y piensan continuar con sus movilizaciones para denunciar la «situación extrema» que viven. Así, mañana protagonizarán una acción simbólica en la plaza de Sa Bassa a las 20 horas.