El exjefe de la Policía Local de Calvià, José Antonio Navarro, rechaza haber cometido ningún delito y pide ser absuelto. En su escrito de defensa acepta que colaboró con una gestoría y que tramitó contratos laborales para locales de ocio de Calvià. Sin embargo, niega cualquier tipo de trato de favor y asegura que no tenía capacidad para quitar multas o reducirlas.
La Fiscalía Anticorrupción reclama una condena de seis años y diez meses de cárcel para el antiguo mando policial. Fue una de las primeras detenciones que se practicaron en el año 2014 en torno a la trama de corrupción policial que desembocó más tarde en el ‘caso Cursach'. Está pendiente de ser juzgado junto a otros tres acusados. Ahora, su defensa, el abogado Jaime Campaner, ha presentado un escrito de defensa en que pide la libre absolución. Argumenta que existe una «absoluta falta de concreción» por parte de la acusación a la hora de acusarle de cobrar sobornos y de llevar a cabo gestiones para beneficiar a una empresa. El escrito niega que Navarro tuviera la posibilidad siquiera de llevar a cabo esos avisos o de parar las sanciones. Además, señala que algunas de estas corresponden con otras administraciones como la Conselleria de Turisme y que, por tanto, excedían la capacidad del jefe de la policía de Calvià.
La defensa también reclama que se tome declaración sólo como testigos a guardias civiles y policías nacionales propuestos como peritos por la Fiscalía. Señala que uno de esos informes, en realidad habla de derecho administrativo y que, por tanto, debe ser el tribunal quien se forme su propio criterio. Otra de las pruebas que se ataca es la petición de introducir la declaración que hizo durante el secreto el testigo protegido 1 del caso. Señala que la Fiscalía no ha concretado los motivos por los que no puede comparecer en el juicio, aún no señalado, y que nunca pudo ser interrogado por la defensa de Navarro.