Pese a las esperanzas de localizar restos de víctimas represaliadas de la Guerra Civil, la intervención en la zona ajardinada del cementerio de Porreres concluyó este jueves sin ningún indicio. Sin embargo, las labores de excavaciones han servido para encontrar una prueba material de la zona de los fusilamientos. Gracias a una prospección geofísica electromagnética, realizada alrededor del Oratori de la Santa Creu, se ha localizado una vaina de bala de arma corta de 9 milímetros, compatible con la época de los asesinatos.
La segunda campaña de excavación se inició el pasado día 13 de octubre, enmarcada en el Pla d'Actuacions en Fosses de la Guerra Civil impulsada por el Govern.
Se trata de la segunda actuación que se ha concentrado en el primer parterre, a la izquierda del cementerio, que corresponde a una zona con panteones rodeados de una área ajardinada. Se han realizado cinco sondeos.
En la primera excavación se localizaron 9 fosas con 55 víctimas represaliadas provenientes de las prisiones de Can Mir y del Castell de Bellver.
Tumbas católicas
La intervención se hizo a partir de fuentes orales que señalaban que esta zona se podría haber utilizado como fosa común entre 1936 y 1938 teniendo en cuenta el elevado número de víctimas- unas 137- que fueron asesinadas en el Oratori.
El Govern informa que que en este parterre solo existen tumbas católicas organizadas seguramente por familias y que serían de los primeros momentos de ocupación del cementerio, a partir de 1830.