El conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, ha asistido este viernes a la liberación de ocho ejemplares de malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala) en el Parque Natural de s'Albufera de Mallorca.
Se trata de una especie que se extinguió hace aproximadamente 15 años en Baleares y que está incluida en el Plan Homeyer de recuperación de aves acuáticas.
Mir se ha mostrado «muy satisfecho» de esta «actuación importantísima en favor de la biodiversidad del Archipiélago», especialmente después del grave incendio que afectó el Parque Natural a finales de septiembre.
El conseller ha explicado que la liberación ya estaba prevista antes del siniestro y ha subrayado que no ha sido necesario atrasarla, una «muestra fehaciente», según ha indicado, «de que s'Albufera está bien viva».
Los ocho ejemplares provienen del Centro de Recuperación de Fauna de la Generalitat Valenciana 'Granja del Saler' y han llegado a Mallorca este mismo viernes.
En este sentido, el conseller ha agradecido la cesión de los ejemplares por parte de la Generalitat y la ha enmarcado en una «colaboración continua y recíproca en materia de biodiversidad» recordando que, desde las Islas, se han enviado águilas pescadoras y tortugas de tierra a la Comunidad Valenciana.
La reintroducción de la malvasía cabeciblanca ha sido posible después de una serie de actuaciones que han permitido la creación de una laguna, llamada Es Forcadet, que reúne las características idóneas para la especie: aguas profundas y dulces, con abundante vegetación.
Esta especie se distribuye por la zona paleártica desde la Península Ibérica hasta China. La población en España se ha incrementado de manera considerable en los últimos años, pasando de una situación crítica en 1977 (con 22 parejas) a contabilizar miles de ejemplares.
Entre las posibles amenazas que enfrenta la especie está la posible confusión con otras especies de pato que interesan para la caza y la hibridación con ejemplares de una especie parecida (Oxyura jamaicensis).
Desde el Servicio de Protección de Especies han considerado que, en caso de que la reintroducción sea un éxito, Mallorca podría representar un nuevo santuario para la malvasía cabeciblanca.