La cultura popular advierte que Pel Pilar el tord arriba i l’oreneta se’n va. Empieza pues la temporada de una de las actividades cinegéticas más tradicionales. Precisamente el próximo lunes se levanta la veda de la caza del tordo que se alargará hasta el 31 de enero en el caso de caza con escopeta y hasta el 10 de febrero si se efectúa con filats. Esta semana ya se han divisado algunos ejemplares en la zona de la Serra, aunque los primeros se avistaron a finales de septiembre.
El director insular de Cooperació Local i Caça, Jaume Tomàs, explica que este año los cazadores podrán capturar un máximo de 18 tordos por persona y día, una cantidad considerable ya que esta no es una especie en peligro. La modalidad cinegética tradicional es la captura con filats aunque esta técnica está en declive. «Cada temporada precintamos unas 100 redes menos que el año anterior. El año pasado bajamos de los 2.000 filats precintados», comenta Tomàs con preocupación ante la disminución de aficionados. Aunque los tordos son unas capturas muy apreciadas entre el colectivo de cazadores. Estos se abaten al amanecer, cuando están activos.
Pese a que el colectivo estima que esta será una buena temporada, de cada año menos tordos llegan a Mallorca. El motivo, apunta Tomàs, se debe al cambio climático. «Los tordos habitan en zonas de Alemania y Austria que, con la llegada del frío, emigran hacia zonas más cálidas como Mallorca. Pero si en Europa tienen inviernos más suaves menos ejemplares vienen», explica el director insular de caza. Estos llegan a Mallorca principalmente por dos corredores, uno cruzando el Mediterráneo desde Francia e Italia, y otros por la Península. Así, es normal que los primeros avistamientos siempre se sean por las zonas de Pollença, Andratx, Deià y Sóller.